Pues hace rato que estaba yo más aburrido que la verga mirando la pared y deseando con todas las fuerzas de mi corazón que explotara el planeta tierra, fui al puto internet de mierda donde atiende el enano maricón que habla como mujer y que está tomando hormonas para que le crezcan senos (creo), y pues estaba esta pinche cerda hablando por el celular –y todavía con el altavoz- para que oyera la gente:
Tenía voz de gigante, como de esos que salen en las caricaturas de Mickey Mouse y utilizaba un teclado especial con cada tecla más ancha que era proporcional a sus gruesos dedos.
(Algo que me sorprendió mucho fue la excelsa calidad de la silla pues no se rompó cuando ella estaba sentada).
Se estaba comiendo unos doritos nachos y por cada dorito que ella se llevaba a la boca, yo me imaginaba que se engullía un ser humano que había capturado con el pulgar y el índice mientras el pobre huía despavorido, y luego de comérselo lanzándolo al aire y atrapándolo con la boca como si fuera un cacahuate, rompía los cielos con el fragor de su risa gruesa que hacía eco en las montañas: “JOOOOO JOOO JOOO JOOAAA”. La cerda gigante seguía destruyendo la ciudad en llamas, aplastando carros con su trasero y derrumbando edificios con su puño gordo. Cuando se cansaba dormía en un estadio de futbol, cuando tenía hambre comía árboles, cuando tenía sed bebía un lago y cuando se pedorreaba era Chernobil.
Me molestó el bufido que producía su manera dificultosa de respirar y los tortuosos viajes de pañuelos hacia su frente limpiandose el sudor incesante, pero más aún me molestó una conversación con su amiga por celular que fue mas o menos así :
CERDA:— FIIII... FAAA... FOOOO... FUMMM... ¿Bueno? ¿Quién habla?
Amiga:— Qué pedo guey te estoy esperando, vamos a chupar pinche vieja...
CERDA:— No goeey no tengo ganas, aparte no he llamado a la grúa para que venga a recoger mi enorme plasta de mierda...
Amiga:— ¡Vamos guey, no seas pinche culera!
CERDA:— FIIII... FAAA... FOOOO... FUMMM... Que no guey, no seas pendeja. Ando mal de la garganta, me comí un jabalí vivo hace rato.
Y así siguió, hablando con el altavoz prendido para que la escucharan los que estábamos allí. (Como si nos interesara lo que su voz de gigante tuviera que decir).
Yo para ese entonces ya estaba encabronadísimo, respirando rápido, hermético, medio agachado, con las cejas fruncidas y golpeándome las costillas. Cuando ella se levantó para pagar, empujó torpemente con su grasa las mesita alargada en donde estaban puestas en fila las compus junto con mi agua de tamarindo, y causó un temblor en todo el tablón de modo que el vaso con mi aguita de tamarindo trepidó y se regó sobre mi pantalón de fardón marca ARMANDI.
Yo dije:
—¡NOOOOOOOOOOOOO MAMESSSSSSSSSSSSS PIIIIIIIINCHE CERDAAAAAAAAAA, VE LO QUE HICISTE! ¿Tienes idea de cuánto cuesta esto, goeeeey?
En eso el enano maricón se avienta como portero, da una maroma ágilmente en el piso y queda justo enfrente de mi hincado a la altura de mi pene. “Aaayy espera, espera... yo te seco”, me dijo guiñando el ojo y comenzó a limpiarme suavemente en la parte de la rodilla donde estaba mojado. Pero luego empezó a subir la mano lentamente limpiando con insidia para aproximarse a mis genitales por lo que reaccioné violentamente: “¡NOOOO MAMES COMO PUEDES SER TAN PUUUTO, CABROOOONNNNN!”. El enano se asustó. El muy tunante ya me estaba bajando el cierre de mi pantalón sin advertencia alguna mientras me sobaba los testículos. Le di una fortísima patada en el pecho que lo azotó al piso, arranqué con los dientes la pata de un banco de metal y se lo clavé en los ojos muy al estilo GOD of WAR. Luego le dije a la cerda: “Ey nena, ten esto de mi parte”. Le aventé la caja de chocolates que no era precisamente de chocolates y 5....4 ... 3... 2... 1... ...
[imaginar la secuencia de una explosión chingonsísima y un salto espectacular mío rompiendo la ventana con la cabeza sin meter las manos ensangrentándome toda la cara]
Bueno inventé casi todo lo último. De hecho ni estaba el enano maricón atendiendo. Pero la foto de la cerda es de verdad y sí estaba hablando con su voz de gigante por celular utilizando improperios que me incomodaron.
Fue un lío tomarle la foto porque se pudo dar cuenta y aplastarme. Próximamente me arriesgaré un poco más y tomaré una mejor foto (si es que la vuelvo a ver). Tmbién voy a grabar la voz del enano maricón que habla como mujer y que está tomando hormonas para que le crezcan senos (creo), para comprobarles que sí es cierto el mito sobre su voz.
27 comentarios: