Yo-: Verá pues... Ultimamente todo lo relaciono con peleas o violencia. Frecuentemente recurro a fantasías en donde me peleo contra cuatro o cinco hombres más fuertes que yo y salgo gravemente lastimado por una silla que me rompen en la cabeza, pero después de todo, logro derrotarlos ante el asombro de mucha gente.
Psiquiatra: ¿Qué sientes al derrotar a todos y que la gente te vea?
Yo:- Emoción, mucha emoción...
Psiquiatra:- A-já... ¿Y ese deseo de violencia viene a toda hora o en algún momento específico del día? Por ejemplo, antes de dormir.
Yo:- No. También cuando le cambio de canal al televisor, repito las palabras "peleas, partido, peleas, partido, peleas, partido" cada vez que cambio de canal, buscando peleas o algún partido de algún deporte que me guste. También, cuando en los videojuegos le rompo un bat a alguien en la cabeza, me río mucho. De igual manera si explota en mil pedazos.
Psiquiatra:- Bien. ¿Compartes éste tipo de necesidad de violencia con alguien de tu familia?
Yo:- Pues... no. Aunque hace rato estaba sentado con mi hermano jugando con los gatos de unas semanas de edad que nos regalaron, y al ponerlos en el piso, les grité con una voz autoritaria y majestuosa: "¡PELEEN!", como si fuera yo un emperador romano y los gatos fueran gladiadores y pelearían a muerte.
Psiquiatra:- ¿Los gatos que dices que quieres entrenar desde cachorros para que peleen bien en el futuro y le ganen a pelear a otros gatos? -una disimulada sonrisa se dibuja en sus mejillas-
Yo:- ¡Exacto!
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Psiquiatra: ¿Qué sientes al derrotar a todos y que la gente te vea?
Yo:- Emoción, mucha emoción...
Psiquiatra:- A-já... ¿Y ese deseo de violencia viene a toda hora o en algún momento específico del día? Por ejemplo, antes de dormir.
Yo:- No. También cuando le cambio de canal al televisor, repito las palabras "peleas, partido, peleas, partido, peleas, partido" cada vez que cambio de canal, buscando peleas o algún partido de algún deporte que me guste. También, cuando en los videojuegos le rompo un bat a alguien en la cabeza, me río mucho. De igual manera si explota en mil pedazos.
Psiquiatra:- Bien. ¿Compartes éste tipo de necesidad de violencia con alguien de tu familia?
Yo:- Pues... no. Aunque hace rato estaba sentado con mi hermano jugando con los gatos de unas semanas de edad que nos regalaron, y al ponerlos en el piso, les grité con una voz autoritaria y majestuosa: "¡PELEEN!", como si fuera yo un emperador romano y los gatos fueran gladiadores y pelearían a muerte.
Psiquiatra:- ¿Los gatos que dices que quieres entrenar desde cachorros para que peleen bien en el futuro y le ganen a pelear a otros gatos? -una disimulada sonrisa se dibuja en sus mejillas-
Yo:- ¡Exacto!