¿Apoco no se duerme mejor cuando hace frío? El frío es el Zeus de las temperaturas, es el foquito de navidad que brilla con más orgullo, el emperador benevolente de las tacitas de té, el helado de limón entre las nieves de arándano, el más vigoréxico del gimnasio; así como yo, el frío y yo somos uno mismo: nada de
bufandas, nada de homosexualismos y pocas enfermedades.
Hace rato, por ejemplo, decidí dormirme media hora. Coloqué dos cobertores alineados con perfecta simetría uno sobre el otro; tres almohadas, la más cómoada para mi cabeza y las otras dos para mis brazos, formando así mi habitual pose semidivina de rey hermoso al que no se le debe de perturbar por ningún motivo; luego puse la alarma del celular a las 6:30 para despertarme a las 7:00, según yo: para descansar los ojos... ¡Pff! Error... me desperté a las 9:00, y solamente porque era la cuarta vez que sonaba el teléfono.
No sé qué pasaba. Desde que sonó la alarma por primera vez la pausé con un reflejo semiconsciente, volvió a sonar a los 10 minutos y nuevamente la detuve, pasó otro rato e insistió de nuevo el MIDI de Liszt que tengo como tono y lo volví a silenciar hasta la cuarta ocasión cuando definitivamente dije: "¿sabes qué, bato?
¡nossalaverga con tu Liembstraum: voy a dormir!." Me quedé hundido en mi cama, me tragó el colchón como la tierra se traga los cerros, y los cobertores perfectamente alineados se amoldaron a mis necesidades oníricas formando una especie de cúpula que me protegía del frío, conservaba un calor ideal y a la vez dejaba entrar oxigeno sin dificultad alguna. Rara vez duermo tan bien, y esta vez, al contrario de mi voluntad, lo hice.
Fue un sueño bastante pesado, de esos que sólo despiertas con un cubetazo de agua fría, con los gritos acelerados de un
marine o por las ganas de orinar. Tocaron el timbre muchas veces, sonó el teléfono, la vecina gritaba por algún motivo, y yo lo podía escuchar todo pero cada intento por despertarme era inútil, el peso de mi sueño me aplastaba. Llegó un momento en un tramo más avanzado del sueño donde sentí una "presencia" sobre mi cuerpo
como la vez pasada, en Halloween. Este fenómeno "paranormal" se siente como cuando alguien llega y se acuesta encima de ti; aquí en México se conoce como "se te subió el muerto", en Estados Unidos es "abducción extraterrestre" y en China se le llama "el fantasma del huno desflorador" (Ching-Yamek-uh-lió.)
Desde que era un adolescente he tenido este problema: simplemente soy irresistible para todas las súcubos. Ese es mi gran pesar,
amigos; incluso dormido sigo siendo una máquina de placer, y al parecer mi maldición nunca terminará. El caso es que sentí como si alguien se pusiera encima de mi y comenzara a moverse lascivamente, justo como lo sentiría si estuviera despierto con una mujer arriba dispuestos a reproducirnos. En ese estado podía medio abrir los ojos para ver lo que pasaba, pero la cúpula de cobijas me impedía ver. Pude hacer un mayor esfuerzo por despertarme, pero no lo hice porque quería aprender más acerca de mi conocida
parálisis de sueño (sin contar el hecho de que en mi sueño despierto un ente femenino me estaba violando), ya que estaba al tanto de lo que me sucedía y entreviendo los factores que podían contribuir a las sensaciones físicas producidas durante mi estado alucinatorio.
En plena alucinación, a la altura de mi cara pude ver a una especie de Na’vi (los humanoides que salen en la película de Avatar), y me dije: "ok, pues síguele, nena". Pero luego de que me violó empecé a sentir chingadazos y razguños, y allí fue donde me saqué de onda. ¿Por qué esa súbita agresividad? ¿Acaso mi pene es demasiado grande? ¿Es que las mujeres Na’vi golpean a sus amantes luego del coito? Para mi eran golpes reales, y digo reales porque en verdad me dolían; hubo uno en especial que fue directo en las costillas que me dolió más y me hizo enojar bastante.
Esto es algo raro a lo que todavía no le hallo lógica, anteriormente he sentido arañazos, o que me estrangulan, que me jalan los pies e incluso voces misteriosas que me susurran al oído. Tendré que fijar más atención para la próxima ocasión en que esto ocurra. Lo malo es que no puedo defenderme debido a la parálisis. Aunque al menos no sentí que introdujeran objetos en mi ano, lo cual me asegura que no fui violado por un ente del sexo masculino.
Crítica sobre Avatar, la película.

En fin, este "sueño" obviamente fue inducido porque estuve leyendo sobre la película Avatar. Aquí les va mi breve crítica.
Avatar tiene como premisa la aventura épica -y tantas veces vista- del héroe que salva al mundo en contra de toda posibilidad. Una sentido similar a Danza con Lobos o El Planeta de los Simios (la versión nueva), aquellas historias sobre el guerrero solitario decepcionado de su pueblo o de su raza que, sin querer y por pasatiempos del destino, encuentra una nueva vida más espiritual ofrecida por algunos nativos; o la del clásico Elegido que las antiguas escrituras habían presagiado como la persona quien llegaría a salvar a su pueblo; así es Avatar. Podría decirse entonces que en esencia no es nada nuevo, pero como historia es algo fascinante, diferente y minuciosamente creativa, llena de innovadores efectos especiales, paisajes de ensueño pocas veces antes vistos en cine, criaturas impactantes, una paleta de colores mucho más diversa que las de sus primas Starwars o Final Fantasy, además de ser una enternecedora historia de amor nacida en las aventuras extremas a la que a uno con su monótona vida de papeleo y corbata le gustaría pertenecer. Al menos a mi que siempre he dicho que soy El Elegido.
En Avatar no sólo son efectos apantallapendejos, sonidos estrepitosos o paisajes mejores que los que tenía Heidi en las montañas antes de ser devorada por los lobos; hubo un mensaje que me sorprendió y llamó mucho mi atención, aquél sobre la posibilidad de una armonía encantadora entre el hombre y la naturaleza, haciendo alusión a una mística unión entre lo espiritual y lo biológico a manera de ley cósmica, dándonos a entender así que en toda naturaleza no hay individuos si no un todo. James Cameron además, sabe usar el romance para conmover con una mayor precisión que directores como Spielberg o George Lucas -como ejemplo podemos citar a todas las mujeres que lloraron con Titanic-, pues sus amores son únicos, fantaseados, anhelados y predestinados que surgen de imposibles coincidencias, envueltos en situaciones heroicas o de mucha adrenalina, y acompañados, sin falta alguna, de frecuencias musicales orquestadas cabalmente con el fin de apasionar los sentidos y de sacar una lágrima. Una gran verga de director, sin duda alguna.
Esta es la corriente del cine hollywoodense de ahora: sonido fuerte y muchos efectos destructivos, en esta tendencia sólo parece que se innova en esos dos aspectos particulares; no obstante, esta historia además de eso tiene un buen guion; y esto es algo que considero muy cierto y hasta cierto punto imperecedero: una historia por muy sobada que esté, mantiene atento a su público desde el principio si tiene buen guion. Aunque para gustos se rompen géneros, yo le doy mi aprobación porque me mantuvo atento toda la película, y causar eso en mí, Príncipe Chingoneidad, ya es un gran médito.
Lo que me gustó:

- Un planeta que se defiende por si mismo, funciona como una masa biológica inteligente, algo realmente genial y peligroso.
- El villanazo interpretado por Stephen Lang, con su cara de loco, su disciplina militar obsesiva y su amor por la guerra, quien bien podría ser algún personaje culero y difícil de matar del videojuego Metal Gear Solid
- La profunda e inspiradora filosofía de la naturaleza que trae consigo un mensaje ecologista revolucionario. La película despierta por instantes nuestro amor a la naturaleza, pero de manera no hippie ni mugrosa. Unos cuantos de entre varios millones que vean la película tomarán una consciencia más favorable para nuestro medio ambiente, lo cual es un golazo.
- Los niveles de paisajes nunca antes vistos como ya lo dije con Heidi.
- Los colores, los diseños frescos y raros, la experimentación con nuevas formas tridimensionales.
- Los animales con nariz en el torax
- El robot del coronel tiene un cuchillo como el de John Rambo (10 puntos de chingoneidad a eso.)
- La protagonista de dos metros y medio de alto con su acento "nativo" raro, me dan ganas de COGÉRMELA y de profanar de mil maneras el árbol sagrado de su raza.
Lo que no me gustó:

- Al iniciar nos adentran en un ambiente de extremo peligro y hostilidad en el cual no hay lugar para los débiles, los que dudan o los que temen. Vietnam es una feria del libro llena de ñoños si se compara con lo que sucede en este planeta. Sin embargo cuando se confrontan ambos ejércitos, uno se da cuenta de que tal peligro no existe, los indígenas no son chingones, usan flechas y rocas para defenderse. Aunque, bueno, yo también habría preparado un inicio así para capturar la atención del público y propiciar el suspenso. Punto anulado.
- Las flechas que lanzan los na'vi no atraviezan los cristales al principio, pero después en la batalla final sí. ¿Qué pasó? ¿Le compraron armas a los ewoks?
- Dicen que el esqueleto de los nativos del planeta Pandora está reforzado con carbono por lo que es muy difícil matarlos, pero cuando les disparan las balas los atraviesan como si fueran una barra de mantequilla caliente. ¡Por favor! Los chilangos del Metro Balderas son mucho más difíciles de matar que los na'vi, los cuales resultan ser unos nopales nada resistentes.
- Hay montañas flotantes como las que salen en la caricatura de Dragon Ball. ¿Qué no se supone que existe un fenómeno presente en todo el universo conocido como GRAVEDAD? Hay muchas partes en donde la omiten.
- El planeta grandote recibe la luz del lado opuesto, a menos, claro, que halla muchos soles.
- Los animales respiran por unos orificios que tienen en el tórax, pero además cuentan con una nariz en el chipo como nuestros mamíferos del planeta tierra. ¿Qué carajo? ¿Por fin?
- Siempre le cubre los pezones a la mamacita de dos metros y medio, un fiasco total.
- Los na’vi tienen una cola pero nunca se les puede ver haciendo uso de ella, no se les ve usándola para mantener el equilibrio cuando saltan entre ramas y peñascos, ni para sujetarse, ni para asir objetos, ni nada para lo que se utilice una cola. Quizá sólo sea un elemento decorativo.
- En el año 2154, luego de que fueron posibles los viajes interplanetarios y con toda aquella tecnología tan avanzada, ¿siguen usando naves con hélices? ¡Jajajaj , pero qué imbéciles!
- No hay un escudo nacionalista que identifique al ejército de humanos, lo que indica que son una confederación de naciones unidas con un mismo fin. Pero en alguna parte de la trama dicen que "hay guerra en Nigeria", de vuelta en el planeta tierra. ¿Podrá acaso una civilización que pelea consigo misma dentro de su planeta desarrollar la tecnología suficiente para viajar y colonizar otros planetas? Lo dudo...
¡Fiuuf! Y eso que sólo la he visto una vez, el 29 de dic. para ser precisos. Oficialmente estoy dentro del Club de Nerds Mexicanos, espero que me traten bien ustedes nerds que me leen.
Estoy seguro que omití algo, pero mañana iré a verla nuevamente para verla en 3D, dicen que así sí se le ven los senos a la protagonista. Llevaré además bisteces para hacerme pajas.