Pues fue un cierre de año a lo Mark McGwire, derrapándose hacia la base y haciendo safe sobre una superficie de inmundicia. No obstante, pasamos algunos momentos divertidos, emocionantes y felices (en realidad sólo yo los pasé, y ni fueron tan divertidos, ni tan emocionantes, ni mucho menos felices; de hecho este año fue una mierda si mal no recuerdo ¡josdesuputa!: me asaltaron, perdí mi mochila, perdí dinero en el casino, me robaron mi playstation, me terminaron, pisé excremento humano varias veces, fui obligado a ver varias comedias románticas, quemé mi computadora de escritorio, rompí la pantalla de mi monitor (dos veces); sumándole un larguísimo etcétera no muy apreciable que digamos). ¡Una limpia en Catemaco, Falso Profeta!

Primero que nada quiero agradecerle a los lectores que me han leído desde los inicios de este blog y que se han convertido una especie de críticos y un sistema de parangón para darme cuenta cuando la calidad de este blog se ve desvirtuada o erra por otra tangente maligna o pretenciosa. ¡Ustedes son lo máximo! Los quiero...

En fin. Pasé muchos reveses a lo largo de éste año de los cuales no tendría caso explicarles, ni me gustaría explicar, ya que son algo bastante personales (tengo una rarísima enfermedad que hace que mi pene sea cinco veces mayor que el pene promedio de las personas). Aquí detallo los eventos más importantes que ocurrieron en el 2008.

Algunas situaciones fueron jocosas, otras no tanto; como por ejemplo, la vez que "yo" "insulté" a una anciana de 99 años diciéndole que le ganaba a pelear y sugiriéndole que ya se muriera. Por cierto, al cobarde que hizo eso en nombre mío solamente lo mandé a matar con amigos de Sinaloa dueños de una carnicería, que no precisamente funciona como tal.

Estrené una camisa para yates con la cual me veo excepcionalmente guapo y carismático, pero sobre todo me hace parecer dueño de un yate, lo que me trajo algunos beneficios a la hora de los descuentos en tiendas para yates y muy buenas amistades en el "club de yates" al cual pertenezco desde hace casi un año. Yates, yates, yates.

Me pelee con cientos de ignorantes que usan la palabra TENIS para referirse a UN SOLO OBJETO como UN calzado. Cosa que se me hace de muy mala pécora, insólito, terco, vulgar, contranatura y que no tiene lógica alguna. ¡Aggh! Me enojé con tan solo recordar: se dice TENI, estúpidos de mierda.

Enfaticé un poco que no sólo existe hipocresía por parte de la gente creyente, sino también de los no creyentes como los ateos (hipocresía atea), que a la primer metástasis testicular acuden a Diosito. Por cierto, también expuse mi concepción de Dios a quien imagino como un enorme pulpo de varios millones de kilómetros que todo lo ve.

Coroné a la peor y más grande cagada del universo.

Me burlé de la comunidad de científicos que usan un pantalón extra de seguridad en caso de que algún vivales como yo se los bajé cuando están descuidados.

Detuve un asteroide con mi pene.

Escribí mi primer cuento.

Alguien ronizó casi todo lo que había yo publicado desde que empecé y dijo que era trabajo suyo, cambiándole solamente el nombre del autor y añadiéndole barba a cada uno de mis dibujos para que se parecieran a él. Lo peor de esto es que sólo así consiguió la atención de una o dos mujeres con sobrepeso que lo acosaron cada vez que pegaba algo mío en su blog. Además lo sigue haciendo solo que ya muy secretamente.

Tuve una horrible pesadilla con una mujer muerta en estado de putrefacción y un asesino en serie.

Y hablando de escatologías, me cagué en el partido comunista mexicano

Le mandé una carta al gobernador para recuperar mi mochila, mas nunca recibí respuesta.

Y lo más trascendente que ocurrió en el 2008: fui al supermercado con mi mamá y también me comí un pastel delicioso.




Ahora pasemos a la lista de posts que, debido a la respuesta de los lectores, considero que fueron los mejores del año:

**** Los héroes de acción más chingones del mundo: Un top 5 de los mejores y más rudos héroes de acción, calificándolos a cada uno de ellos por sus atributos de violencia y varonilidad.

**** Revolucionacos II: Guerra chingativa en contra de ideologías comunistas y anarquistas (que son mucho peores y más estúpidas. Todos los punks son una mierda)

**** SexyoNo 3: Los ya conocidos por la mayoría sexyonos. (El que no los conozca este sería un buen momento para comenzar a leerlos)

***** SexyoNo4: Con el mismo estilo pero añadiendo un nuevo sistema donde se revuelve ADN de distintas partes y obtenemos un loco resultado.

***** Camisa para yates: Lo vuelvo a repetir porque recibí muchas felicitaciones vía mail y messenger gracias a esa publicación.

**** Soy tan anticuado: Porque orgullosamente soy menos moderno que un cincuentón de costumbres machistas, que escucha a José José cuando se embriaga hasta el culo con Brandi Presidente, y y que no sabe usar un reproductor de MP3, ni un DVD, ni la computadora, pues se quedó estancado en la era de los cassettes y los tocadiscos.

**** La telebision mexicana te ase hinteligente: Crítica destructiva contra la actual televisión que contamina las casas y las mentes -ya de por sí jodidas e ignorantes- del mexicano promedio.

***** Colección de gente insoportable: Una colección de gente que nos resulta insufrible a la mayoría debido a su comportamiento tan mierdero e inconscientes de ellos mismos, con dibujos no muy buenos pero bastante cercanos a la realidad.



En fin. Estoy consciente de que en los últimos meses no cerré tan fuerte como en los primeros. Tengo mis motivos para haber apostatado de mi blog de esa manera. Probablemente el año que viene les sorprenda con algún cortometraje o alguna publicación impresa con la cual me gustaría pagar mi monitor y una nueva máquina que me ayude a preparar la masa para mis volovanes. Mientras tanto les repito lo que comúnmente dice la gente en estas fechas para no ser socialmente desaprobado: Feliz Ano nuevo a todos vosotros.

La otra vez (hoy) soñé que por algún demente e irracional motivo sacaba mi ropa mojada de la lavadora de una lavandería y me la empezaba a comer. Toda me la comía: calzones, playeras, calcetines y una toalla. Sabían a nada, era como morder una esponja mojada pero se masticaban tan fácilmente como un brócoli. Luego veía un pantalón y me decía: "no, pues esta madre si me va a hacaer daño". Después de un rato me comenzaba a sentir muy, muy mal y empecé a vomitarlo todo. Sacaba una prenda a la vez con mi mano como si fuera un truco de pañuelos amarrados que se sacan de la boca, sólo que acompañadas de vomito asqueroso. Me llevaron al hospital porque me empezaba a ahogar, me sacaron todo con unas pinzas, y al final veía yo en el piso toda mi ropa vomitada. Llamaban mi atención unos calzones de equipos de futbol americano de logotipos viejos y le decía yo a algún cabrón: "¡Ah no mames, esos no son míos!"

Anteriormente había tocado el tema sobre la película 300. Dije que quienes concebían a 300 como "la película de acción" por antonomasia, son unos emasculados, ñoños, vírgenes, e imbéciles, que se agachan a recoger el jabón EN POLVO, y que no tienen el mínimo ápice ideal de lo que realmente es una película de acción.

Me imagino que muchos de ustedes lectores cazadores de calamares gigantes (con un clip y sobre una balsa hecha de huesos humanos) sí saben a qué películas me refiero (no como esos nerds afeminados que se dejaron impresionar por una orgía homosexual como 300). Para las vaginas que no lo sepan, me refiero a películas como Depredador, Duro de Matar, Alerta Máxima (Under Siege), Rambo y algunas de Charles Bronson; verdaderas películas de acción hechas por verdaderos héroes de acción, que tienen más niveles de testosterona que un grupo de levantadores de pesas rusos hasta el encéfalo de dopados.

Y les diré por qué considero a 300 algo tan indigno de ser considerada una clásica película de acción dirigida a machos chingones que se pelean a muerte por un filete crudo de cocodrilo: 300 es una película para jotos y para mujeres, así de sencillo.

Cito lo que dije anteriormente:

Tan solo me bastó escuchar en el cine los murmullos de las mujeres y de los putos diciendo cosas como: “aaaaaaiisss, mira qué buenote está el guerrero; así me lo recetó el doctor”; o: “quisiera untarle mayonesa a esa salchicha espartana para hacerle un hotdog con mi boca”.

Qué desastroso, de veras. ¿Cómo puede ser una película para hombres algo que emociona tanto y gusta en demasía a las mujeres y a los maricones? R= Porque 300 no es una película para hombres, sino para mujeres calientes y diseñadores de interiores con una rosa roja en la boca. Si no me creen, lean estos puntos.

• Toda la película está repleta de escenas en donde aparecen los cuerpos semidesnudos y engrasados de los soldados espartanos, un ambiente de completo homoerotismo principalmente enfocando con las cámaras el abdomen y las nalgas de los soldados. Además, tienen un peinado y cutis perfecto, son metrosexuales disfrazados de guerreros griegos.
• Aparecen más hombres desnudos que mujeres desnudas.
• Leónidas es un mandilón pusilánime sin criterio propio, porque cuando quiere matar al emisario de Jerjes, este voltea a pedirle permiso a su esposa para proceder. ¡Le pide permiso!... ¡A una mujer!... Qué infamia para toda falange griega y qué decepción para mí.
• Jerjes es el personaje sodomizador más gay e imponente en la historia del cine. Sólo basta oir su voz y ver su maquillaje y su cuerpo repleto de joyas. Este cabrón se arregla, se enjoya y se empolva más que Jeniffer López.

• La escena donde Jerjes se acerca a Leónidas por atrás, le susurra en la oreja y le pide que sólo tiene que arrodillarse frente a él (sabrá Dios para qué), y que le llenará de riquezas y extravagancias, no puede ser más sugestiva. Leónidas ni siquiera se enoja y, no obstante, sí lo medita bastante tiempo, sabiendo incluso lo que implicaría el ponerse de rodillas frente a Jerjes en la privacidad de su pabellón real.
• Los únicos personajes heterosexuales son el horrible fenómeno jorobado y los demás fenómenos deformes que aparecen. El jorobado traiciona a los espartanos a cambio de conseguirse una buena pieza de culo de esclava persa. Eso es saber negociar.
• 300 es gay porque es gay, y el actor principal es gay, y el director y el productor son gays.

De hecho, una escena que debieron poner cuando llega el emisario de Jerjes a conminar al rey espartano bien pudo haber sido esta:


















¡Pff! Acepto que en su momento me entretuvo bastante la película debido a la matazón de cabrones; pero después de ver que miles de gorditos chaqueteros que juegan todo el día Xbox y juegos de PC en la computadora, la empezaban a elevar como un película de acción de culto, fue cuando decidí cortar todo gusto por ella y compartir con el mundo mi infinita sabiduría en cuanto a películas de acción se refiere.

Esto, sin embargo, no es culpa de los guionistas, ni de los creadores del comic, o novela, o lo que sea, sino del director. Estas mierdas de directores, que irremediablemente echan a perder una buena historia al ponerle sus manos encima, tienen un ardid en mente cuando hacen estos filmes: captar no sólo al espectador masculino, sino también al femenino y al gay. Lo que los lleva a crear un nuevo género frankestein de películas de acción en donde meten escenas de desnudos masculinos, hombres y más hombres musculosos a quienes embadurnan con aceites para hacerlos lucir más atractivos, y captar la atención de otros géneros sexuales: los gays y las mujeres.




Otro caso similar de una buena historia hecha mierda gracias a la ineptitud del director para comprender la violencia y hacerla algo bello, es la saga de Jason Bourne, de la película Bourne Identity o Identidad Desconocida (como se conoce en México).

Su primer error fue contratar a Matt Damon como "héroe de acción".



¿Por qué Matt Damon como héroe de acción? En serio ¿acaso les parece rudo, golpeador, o una persona que puede estrangular a un terrorista con un alambre de púas? Bah... este tipo ni siquiera le pega a un costal de boxeo relleno de algodón, y con la imagen impresa de Bin Laden, porque se rompe las uñas el muy marica. Matt Damon parece como uno de esos dulces y corteses mormones que vienen como misioneros a nuestro país y se ponen a jugar basquetbol con los niños de la comunidad; de hecho, miren lo que parece Matt Damon:


¿Qué pasa si metemos en un cuarto oscuro a un monaguillo trastornado, más un sacerdote pederasta, más un bote de Clearasil?



Así es, Matt Damon tiene cara de monaguillo sexualmente abusado.

Y ahora pasemos al director, y el por qué digo que la cagó al llevar a la pantalla una de las novelas de Robert Ludlum, convirtiendo la película en una maraña de errores, exageraciones y cosas poco creíbles. Para empezar usa bufanda y ya todos sabemos lo que eso significa.



Lo curioso de éstas películas es que desde el primer momento el director trata de adentrarte en un ambiente de realismo, de frialdad, como suceden las cosas en la vida real de los espías. Por ejemplo: En las escenas de pelea a mano limpia, mueve la cámara dramáticamente hacia todos lados en el momento en que lanzan los golpes (para que se vea "más real"), añade además sonidos, no como el clásico onomatopéyico "PLAK" de las películas de acción antiguas al que estamos tan acostumbrados, sino uno más apegado a la realidad, como un puñetazo impactando sobre la ropa (pues así suenan en la vida real de los espías). En las secuencias de autos todo va de acuerdo a lo que podría considerarse real. Los disparos son realistas, el timing es realista, de hecho, todo es muy real excepto por un mínimo detalle: el protagonista (Jason Bourne) está protegido por una burbuja mágica invisible que lo hace inmortal.

En serio, todos pueden morir menos él. Un claro ejemplo está en la escena de persecución donde miles de carros le chocan al carrito mierdero en el que va, a más de 60kph en el lado del conductor, y a Jason Marica no le pasa nada. Sin embargo, un asesino que conduce un monstruo de jeep sí se muere al chocar del lado del copiloto contra un puente, y Jason Bourne no sale mas que con un rasguño en la frente tras impactarse de frente a la misma velocidad que el asesino y de peor manera.

En otra escena más "realista" aún, Jason Marica está rodeado de varios agentes que lo quieren asesinar. Él mata a uno de ellos en el tercer o cuarto piso de un edificio, luego, lo usa como escudo, se lanza desde el tercer o cuarto piso, le dispara a otros agentes que están en las escaleras en el aire y mientras cae, y utiliza al cuerpo del agente muerto como colchón al estrellarse en el piso. ¿Y qué creen que le pasa? ¡Nada puesto que es inmortal! Sólo se queja tantito y sigue corriendo.

¡PFFF!

Si van a hacer una película con una premisa de ser muy realista, entonces que sí sea realista, no esas mamadas tan increíbles. ¿Saben quién sí se cree toda esa mierda y se moja sus calzones de los power rangers cuando lo ve? Las mismas personas que creen que 300 es una gran película de acción, y que es para verdaderos hombres. Nerds, en pocas palabras.

Una buena película de acción es tosca; sin intenciones rosa de cautivar al público femenino; con muchas cosas que explotan sin motivo alguno; con héroes traumatizados por guerras del pasado, alcohólicos o neuróticos; con buenos chistes cuando matan a alguien; con escenas de pelea fingidas, mas no pretenciosas, y ejecutadas por actores varoniles; y un villano poderoso que debe de morir precisamente al final... ¡Pff!... Jason Bourne...

En este link pueden ver un buen ejemplo, de una buena pelea en una buena película de acción. Aprecien bien los elementos que la componen y la hacen genial. Música basada en un bajo con ritmo ochentero, movimientos toscos de los combatientes, caras sin gracia alguna, aspecto desaliñado, malas actuaciones, cuerpos varoniles no efebos y lo mejor de todo: peleándose a palos y rodeados de vietnamitas malvivientes. Chulada de imagen, sólo faltó una prostituta gorda refrescándose con un abanico, una batería de carro oxidada y unas gallinas y unos puercos entre la gente. Eso seguro le habría valido un Oscar al director; pero bueno, nadie es perfecto.

Aprendan a apreciar el buen cine de acción, hijos míos. Yo os lo enseñaré poco a poco.

Este no es el video que les decía, fue solo un ensayo; la punta del iceberg comparado con la depravación inenarrable y prohibidísima que he estado juntando en mi primer video porno. ¡Qué 2 girls 1 cup, ni qué nada! (Por cierto, no he visto ninguno de los dos videos; ni el de la caca, ni el de la vomitada; quizás los vea pronto y grabe mi reacción mientras como zucaritas).

En fin. Aquí les enseño alguna de mis extravagancias que suelo hacer en mi recámara, sin enlistar, claro, las más incomprensibles que implican una cámara bronceadora, sustancias afrodisiacas y una manta que cubre mi cuerpo desnudo, al cual le proporciona generosos dotes de poderes sexuales.

Hoy cuando regresaba de sacarle fotocopias a mi recibo de Telmex para hacer mis movidas, el servicio urbano en el que venía abordo se detuvo debido a una peregrinación de la Virgen Guadalupana. Estando tan solo a pocas calles de mi casa, no tuve más remedio que bajarme del autobús y proseguir caminando a través de los peregrinos; gente humilde de semblante noble que venía de alguna entidad cercana. Entonces -muy chingón yo- dije: "no, pues ahorita nada más cruzo este mar de gente y llego a la calle que va a dar a mi casa", pero ni puta madre que fue así.

Ya en medio del tumulto, mis pasos se limitaban y se hacían pequeñitos, mi velocidad fugaz con la que suelo caminar decreció al mismo ritmo en que venía la peregrinación. No pude hacer a un lado a la gente que estaba al frente, y estaba rodeado por más gente atrás y a los lados de manera que no podía escapar. "¡Puuuuta madre!", me reproché en mis adentros. Luego, una fervorosa viejita que venía a mi derecha prendió una vela y me la ofreció con la misma calidez que se lo hubiera ofrecido a uno de sus nietos. Yo me negué dándole las gracias con una sonrisa amable; pero al parecer no escuchó e insistió tanto que al final accedí.

Así fue como yo, uno de los hombres más intolerantes e impacientes del mundo, me encontraba caminando junto con todos los peregrinos de alguna serranía desconocida (una viejita con muchas ganas de cantar entre ellos), entonando canciones de "La Guadalupana" con una vela en la mano.

Me quemé a propósito con la cera derretida para castigar mi ineptitud andante. Después, no resistí más y me fui alejando poco a poco hasta llegar a la orilla del peregrinaje.

Unos amigos que tengo, muy burlones y algo populares en la universidad, que, al igual que yo, estaban varados en el torrente de romerías, me reconocieron desde su carro, me observaron estupefactos y sin saber bien qué decirme me preguntaron:

-¿Qué pedo, wey?... ¿Q-qué haces?- Me dijo uno de ellos desde la ventana de copiloto, sin saber si asombrarse, respetar mi desconocida "creencia" o echarse a reir .

-No, pues aquí nomás... pasándola-, le repliqué con la misma incertidumbre que expresa un gesto sin alma, un zombi errante,vehículo de una voluntad inconsciente.

Me alejé a pasitos pequeños sin decirles otra cosa, perdiéndome de su vista entre los cánticos y las santiguadas; algo abochornado, tal vez, pero imaginándome a mis dos amigos mirándose sorprendidos el uno al otro, alzando los hombros y preguntándose qué fue lo que acababa de ocurrir... un milagro de la virgen, quizás. Hasta por unos momentos se me olvidó lo muy, pero muy encabronadísimo que estaba a causa de mi pésima decisión de irme caminando. Fue algo bastante raro.

¡Aaaaaaaaaahhhhhhhhhhffgggggggggsos-desu-putamadreee! :@:@:@

Ayer en la noche estuve viendo el Teletón... ¡No lo puedo creer, alguien fróteme los ojos con limón porque los tengo tapados por tanta miel y dulzura! Es como si concentraran en un alambique a toda la cursilería sensacionalista que se les pudiera ocurrir a los escritores de Televisa en un año y la destilarla en uno o dos días de cagada en forma de un corazón amarillo.

¿Por qué? ¿Por qué cada año hay que soportar esto? En serio, no es nada sano, créanme. Reúnen a la peor escoria de la televisión y la exhiben como un cirquero exhibe a sus mulas, sus camellos y sus payasos para llamar la atención de la gente. 'Tere, la secretaria', 'La Jitomata y la Perejila', los conductores de 'la oreja', Ernesto Laguardia, todos sus actores, todas sus actrices y lo peor de todo: Lucerito.




No tengo palabras para describir cuán mal me cae Lucerito. Cada vez que la veo en Tv me provoca el mismo disgusto que me causaría una patada de Jean Claude Van Damme en los testículos; me dan ganas de destruir o quemar algo, de reventarle una botella a alguien en la cabeza.

¿Por qué, por qué, por qué? ¿Por qué tuvo que existir en este mismo mundo, en este mismo tiempo y en este mismo país que yo? Hay quienes dicen que Dios no castiga dos veces; pero enviarnos a Lucerito ya es ensañamiento. Lucerito es algo peor que robarle el dinero a un limosnero invidente, que llegar en ropa interior a la universidad sin darse cuenta, que lanzar a un bebé al aire, patearlo de a chilenita y meter autogol. Todo eso es Lucero sólo que diez veces peor. De hecho, creo que...



Así es, fuentes de la UNESCO allegadas a mí, acaban de informarme que Lucerito será condecorada este mismo año como LA MIERDA MÁS GRANDE DEL UNIVERSO; la peor cagada jamás excretada por 100,000 culos deformes de ancianos seniles.

Ahora bien, en lo ocurrido ayer no solamente estaba ella, sino también otras personalidades igualmente detestables que no merecen un insulto menos. ¡Y es que una persona tan intolerante como yo debe de ver uno de esas SOCALIÑAS con una cubeta al lado para vomitar continuamente!


Televidente promedio de Televisa.— ¡Aysh, Falso Profeta, pero ke sangron eres! No bes ke eso lo asen para alludar a los ke menos tienen.


¡Asco de naco! Es como la fábula del castor, el oso y los animales del bosque. El castor le dice al oso que construirá una presa para que el castor y su familia puedan vivir, y el oso pueda cazar salmones con mayor facilidad; sin embargo, la poca agua que recorría el bosque cesa de llegar hasta el resto de los animales, los cuales al no poder enfrentarse al oso porque es muy fuerte, le piden ayuda a los salmones, quienes también se veían afectados por la construcción de la nueva presa. Entonces acuden al anciano lobo, el cuál les pide que reunan a las ardillas y a los pájaros carpinteros para...

¿Saben qué? Esa fábula no tiene nada que ver con lo que quiero decir, de hecho la acabo de inventar hace 20 segundos; pero de todos modos por allí va la cosa. En la fábula solamente el oso y el castor se benefician, o sea, un porcentaje mínimo comparado a la totalidad del bosque. Esto es lo mismo: la población de minusválidos -por muy válido que sea socorrerla- es muy, muy pequeña comparada con la población de gente que se muere de hambre en las sierras de Guerrero o Chiapas. ¿Pero saben qué? Eso no conmueve tanto a la gente para cooperar como un niño sin piernas que canta rancheras al lado de la vía para ganar dinero. ¡Pff! Que se jodan esos indígenas jodidos, allí en el submundo nadie los ve, allí nadie los siente.

Digo, fueron 440 millones 404 mil 909 pesos los que se recaudaron, suficiente dinero como para incentivar algún sector productivo del campo y beneficiar unas 500 o 600 familias directamente (posiblemente más que el teletón) y muchisismas más familias indirectamente; lo cual representaría un beneficio a la economía regional a mediano plazo, algo todavía mejor que un teletón, sin hacer tanto alarde y lo mejor de todo: sin recurrir a Lucerito. Pero ¡pff! Hasta el canal de la CONACULTA tendría más rating si transmitieran eso. ¿Qué sería de un Teletón sin su publicidad millonaria? Una simple ayuda que sólo beneficiaría a los ayudados... ¡Guácala! ¡Eso no tiene ningún sentido!

No niego que sea algo bueno que ayuden a los mongolitos, lo único que me exaspera las bolas es la hipocresía con que lo hacen; con tantos aspavientos y lágrimas de cocodrilo, pensando en el beneficio furtivo que traerá consigo detrás de esa sonrisa que babea oportunismo. ¡Jijos de puta! No sólo a los televisos les deducirán impuestos (ya que la fundación Mierdatón pertenece fiscalmente a Televisa ,y, como todos saben, a los que contribuyen a causas de beneficencia, les reducen cierto porcentaje de impuestos), sino que, súmenle a su ya holgado botín, los cheques de los patrocinadores que les pagarán por también ellos mostrarse tan bondadosos, "miren, mi empresa también coopera, somos buena gente, compren nuestros productos"; más la garantía de haberse ganado la simpatía de millones de idiotas que creerán que lo hicieron de puro corazón. ¡Mis huevos con elefantiásis, qué! Fácilmente se llevan al bolsillo el doble o el triple de lo recaudado.




Ah, pero al final ponen mariachis y fuegos artificiales apoteósicamente, como si hubieran salvado a todo el pueblo mexicano, una nueva revolución de esperanza y bienestar para todos. Gracias televisa.

Televidente promedio de Televisa:— ¡Aysh falso profeta! Hesta vien, te kreo; pero al menos keda comprovado ke si nos unimos todos podemos lograr lo ke sea...


¡Por supuesto que sí imbécil! Eso todo mundo lo sabe, sólo a un pueblo ignorante como ustedes les hacen pensar eso. Un muy bajo nivel de pensamiento es creer en que sólo colectivamente se puede ser mejor. Imagínense que cada mexiNaco se pusiera a leer una hora al día, que fuera más eficiente en su trabajo y que tuviera el nivel básico de ética que tienen países como Japón ¿no necesitaríamos de un "sí se puede" anual tomados todos de la mano, verdad? ¡Duh!

Si van a ayudar háganlo a la vista de nadie para que de esta manera sí puedan decir que fue de corazón. No abusen del sufrimiento de un niño para vender, ni mucho menos hagan una [asco] fiesta nacional [/asco] de algo que va a ayudar un poco a unos cuantos, muchísimo a unos pocos y en nada a la mayoría. Qué cagada, de verdad. Una ayuda loable es aquella en la que no se busca un beneficio propio, para mí lo que ellos hacen no vale en lo más mínimo.


Televidente promedio de Televisa:- ¡Aysh falso profeta! No se lo que sicnifica "loable", mejor me boi a ber el show de los sueños, kiero ber si gana Pewwee, de los kumbia Kings ...


Falso Profeta:— ¡Pues ve y chingas a tu madre!

Pues total que el día de ayer mi madre necesitó del socorro y la fuerza bruta que generosamente proporciona la contracción de los músculos de mi dedo meñique, para que le ayudara a cargar unas bolsas del supermercado. Así fue que acudimos de la mano.

Ahora bien, una de las actividades más vergonzosas que puede hacer un hombre como yo, es ir de compras con su mamá (y más aún si te compra calzoncillos de los Power Rangers). Sin embargo, se pueden hacer dos cosas al respecto para, aún bajo la dominación del bochorno situacional, seguir honrando el lazo maternal. Y estas son:

1. Dándole a entender a la gente que sólo estás allí como una bestia de carga y que para nada estás cómodo con la situación. Mostrándote hosco, con ceño fruncido y gestos indicando que no deseas estar en aquél lugar.
2. Separarte de ella e ir directamente a zonas neutrales del súper: bebidas alcohólicas, pasta de dientes, papel de baño, libros y carnes; pero nunca dejes que te vean babeando en una sección de salchichonería (¡por todos los dioses, no seas tan descaradamente gay!) Aunque lo mejor que puedes hacer es ir a las zonas de clientes masculinos: electrónicos, plomería, deportes, etc. Qué mejor que te vean levantando una taza de retrete para inspeccionarla o comparando dos tornillos exactamente iguales.

Yo por mi parte tengo ya mi recorrido sistemático: primero voy a la sección deportiva, luego a electrónicos o carpintería para embelesarme con los trebejos mostrados, y al final, me dirijo adonde se encuentra la ropa interior femenina ¿por qué? Les explicaré mis razones en la historia que les narrará el tío Profeta a continuación mientras se sientan en mi regazo.


Adentro del supermecado, llené una bolsa negra con cientos de calzones femeninos, un paquete de confeti y crema batida marca"Chantillí". Me llevé todo al baño dentro del cuál me desnudé lentamente al ritmo de una música sensual de Jazz. Fue ahí donde comencé un ritual tan increíblemente depravado, que hubiera hecho sonrojar hasta al más lascivo de los presos de la cárcel de Almoloya. Ungí mi apolíneo cuerpo con la crema batida; luego mezclé el confeti y los calzones femeninos adentro de la bolsa, y comencé a lanzar los puñados de felicidad al aire para que me cayeran encima y se me quedaran adheridos. Un firmamento de lunas de papel y galaxias de colores aterrizaron sobre mi engrasado cuerpo de pervertido. Respiré los calzones hasta que se impregnaron en lo más profundo de mi cerebro. Extasiado, feliz, inmerso y respirando fuerte, me tiré al piso y comencé a revolcarme en un edén de calzones que se quedaban pegados a mi alma. ¡Cómo me regocijé en mi abyecta enfermedad! Desafortunadamente al poco tiempo terminó mi fantasía. Una detestable persona interrumpió mi nirvana con sus toquidos, los cuales, al acudir yo a su llamado me respondieron.


—Hola, guapo. Llevo un rato observándote desde que entrastes al supermercado —dijo aquél hombre currutaco de bucles dorados y ojos celestes, que llevaba un suéter rosado límpido y una bufanda blanca rodeando su cuello—. Tengo una pregunta que hacerte, si tú me lo permites.

—O-okey —le dije un tanto avergonzado, cubriéndome las partes nobles infladas por la sangre caliente de mi apasionamiento.

—¿En cuánto me vendes un kilogramo de amor, nene? ¡Dímelo, amor mío! ¿Qué me pides a cambio de que pueda sumergirme hasta el esófago ese tremendo pedazo de embutido que llevas colgando entre las piernas? Esa deliciosa fuente de calorías, de hormonas y de pasión. Esa enorme boa constrictora que, con su vigorosa asfixia, bendice a sus afortunadas víctimas. Anda, confiesa tu más íntimo precio, mi bebé hermoso.


¡Nooo pinches mames! Así como ustedes al leer lo anterior, yo, mil veces más me quedé atónito, con la boca más abierta que un hipopótamo, sin saber qué chingados hacer ni responder.

El homosexual se movió lentamente hacia mi cintura mostrando sin recato sus aviesas intenciones. Poco a poco se acercó hasta que ya no se pudo contener y se abalanzó rápidamente con su boca hacia mi pene como si fuera a succionarlo. Reaccioné rápido. Apenas giré mi cuerpo evadiendo sus labios, quedando justamente atrás de él, listo para defenderme.


—¡Malditos homosexuales PUUUTOOOOSS y maricones! —grite con todo mi estómago. Destellaba yo infiernos de los ojos.


Intentó asir mi pene de nuevo, sin embargo, lo esquivé nuevamente, le di un karatazo en la nuca y le quité su bufanda blanca con la cual comencé a estrangularle hasta dejarlo inconsciente en el piso. Después lo cargué hacia donde están los espejos del lavamanos, lo senté y allí mismo escribí con la crema Chantillí que me sobró: "Por las bufandas vivisteis en la mariconería y por las bufandas moriréis como puto".


Rápidamente cubrí mi cuerpo desnudo de pervertido y salí a buscar a mi madre para largarnos de allí lo más pronto posible, antes que descubrieran mi crimen (el de los calzones femeninos). Pero algo raro había ocurrido en donde ella se encontraba. La gente se amontonaba alrededor de mi madre y de otra señora más. Habían chocado ambas sus carritos del supermercado; un impacto mayor de cuantiosas pérdidas. Había miembros del peritaje, un gerente y varios niños que empacan las bolsas. Algunos decían que la culpa era de la señora por tener poca precaución al entrar a un pasillo de mayor velocidad; otros más culpaban a mi madre por tomar vuelo en su carrito y treparse en él usándolo como patín. Lo cierto es que mi mamá se enojó por la manera tan envilecedora en que se dirigían a ella, y le replicó: "A mi me vale verga lo que usted diga, señora".

La señora que escuchó tal abyección de su propio nivel no pudo contener su furia, y, como si fuera un tigre, se lanzó sobre mi madre para jalarla de los cabellos y patearla en el piso.

—¡Esperen, señoras, mías!— dijo el gerente horrorizado—. ¡Van a destruirlo todo! —Trató de separarlas, pero rápidamente lo detuve con el brazo y le dije "tranquilo, ella sabe defenderse".

Cuando la señora iba a darle el golpe final a mi madre, la cual estaba abatida en el piso, ella reaccionó y le dio una patada de mediavuelta de por abajo que la tumbó al piso (como en Mortal kombat); luego se levantó y dijo: "Ni uno más, señora, ni uno más." Y fue así que en el supermercado pusieron una música de breakdance para ambientar, que abrió paso a una batalla épica y fragorosa por todo el supermercado, destruyendo vitrinas, botellas y tirando anaqueles en efecto dominó.

Pelearon por todos lados, a puño limpio; golpes secos de boxeador directos a la mandíbula y a la nariz, mas una que otra patada a las costillas. Una de tales arrojó brutalmente a mi mamá hacia un montón de tomates los cuales al explotar mancharon la camisa de un niño vestido de blanco que recién había hecho su primera comunión.

—¿Ah, sí, puCta perra de mierda? —dijo mi mamá—. ¡Pues toma! —Y za-za-za, y záaa... cuello, nariz, estómago, costilla izquierda, costilla derecha, mejillas y estómago nuevamente, fue el orden de los puñetazos de hierro asestados por mi madre. Cuando su enemiga estaba apunto de caer noqueada, mi mamá la tomó del brazo, comenzó a girar y al momento que la fuerza centrífuga fue suficiente, la arrojó directo hacia una torre de vinos chilenos destruyéndola toda. Luego todos comenzaron a aplaudir y el gerente nos regaló un jamón envinado por nuestro contratiempo.


Snif. La verdad es que solo estuve parado frente a la vitrina buscando un adaptador RJ11 de un plug y tres jacks para la instalación de teléfono, mientras hacia cálculos en voz alta y me pasaba las manos por el cabello, haciendo caso omiso de la gente que me miraba como si fuera un anormal.