Sé que no estoy obligado a dar explicaciones sobre mi ausencia, y que puedo dejar de escribir en el momento en que lo desee; pero aun así siento que he desarrollado una especie de simbiotismo bloggero-lector con algunos de ustedes, y no me gusta pagar ese interés hacia mí —por no ser cursi y decir lealtad— con desinterés hacia ustedes. Me siento como un padre desobligado cuando abandono el blog; al menos si lo hago sin avisar.
Por eso aviso que no he escrito por diversos factores.
En primer lugar, el mes pasado fue una mierda para mí. Es como si hubiera destapado la Coca-Cola prohibida de Tutankamón, y su maldición se hubiera desatado sobre mí. Terminé con mi novia, cometí una cagada que me hizo perder mucho tiempo y dinero, tuve algunos problemas con mi familia, un accidente vehicular leve, ningún cirujano se atreve a remover mi otra cara y, para terminarla de joder, no pude ver Ben-Hur en Semana Santa , lo cual puso el clavo en mi ataúd de marzo. Si no me suicidé es porque tuve tan mala suerte que la cuerda se rompió al colgarme.
Pero aún con todo eso pude haber escrito cualquier cosa. Si de algo me gusta jactarme es de que vivo en perpetuo estado de riguroso cálculo y emasculación emocional, así que no suelo deprimirme ni desconcentrarme mucho que digamos. Más bien, la explicación a mi ausencia sería que estoy transformándome. Se está llevando una remodelación dentro de mí, comandada por los más grandes y expertos fashionistas y diseñadores de interiores, quienes suspendieron mis necesidades de atención que me hacen escribir con frecuencia.
Es frustrante porque, a pesar de que tengo un millar de cosas por mi mente, no me nace escribirlas. Me bloqueo, me distraigo y me harto. Supongo que mi inconsciente me está diciendo "No, ya no. Es momento de intentar entrar a las grandes ligas, Billy".
Algunos me han sugerido hacer videoblogs, para variarle un poco, y porque están de moda y tienen mucha mayor difusión, pero... meh... no sé. Tengo pensado hacer un video antipriísta para lanzar antes de las elecciones, pero hasta allí . Si llego a hacer vlogs, en primer lugar no serían vlogs, sería algo con un poco más de sustancia que aquellos videos dirigidos a un público al cual no se le puede exigir mucho. En serio, no es por menospreciar, pero cada vez que veo un videovlog con títulos como "tipos de maestros" o "el primer ligue", su contenido se me figura como un libro de Yordi Rosado llevado a video directamente, sin pasar por la editorial... y en Loquendo. La Generación MSN es alarmante.
El asunto es que, creo que ya es momento de que el tío Falso Profeta de el salto hiperespacial, y tiene que ser este 2012 antes de que se cierre el portal. Llevo años preparándome para ello. Espero no parecer engreído, pero con ustedes y con la mayoría de las personas quienes me conocen, nunca he mostrado lo mejor de mí, mi verdadera capacidad. Solo he mostrado una parte, porque estoy guardando todo para algo más importante, y porque me gusta dar sorpresas tipo "jajaj, Falso Profeta es un pobre pendejo... ¡oh, espera!, solamente es pobre".
No pienso abandonar mi blog, porque es uno de mis hobbies favoritos y porque puedo penetrar —de manera no homeorótica— y dejar una huella en cerebros jóvenes y jugosos; aunque sí dedicaré más de mi energía y tiempo libre a otros proyectos importantes. Además, quiero desaburrirme un poco del blog; tengo dos años sin descansar realmente de él, espero que comprendan un poco mi apatía.
Solo pido a mis lector@s que me han seguido por años o que apenas me conocieron, que sean pacientes. No los voy a decepcionar. ¡Puta madre, que me corto el dedo meñique y lo subo a Youtube, y hago un video sobre "tipos de decepciones", si los decepciono! Confíen en mí.
Si quieren mantenerse al tanto de lo que digo, pueden seguirme en Tuitser, en Facebook, en Google Plus o suscribirse al blog. De tarea les encargo leer el resto de mi blog hasta mi regreso.
Gracias.