30 de septiembre de 2008

Le mandé una carta al gobernador para recuperar mi mochila

En otro orden ideas, luego de la pelea con mi novia que fuera dramatizada bajo el incesante chipi-chipi veraniego con temperatura otoñal, sólo me faltaba que, mientras deambulaba derrotado entre la neblina como un fantasma en pena, me cayera de alguna ventana una bolsa llena de pañales diarreicos y mucosos; o que un camión recolector de basura descargara toda su porquería en mí ser al momento que estuviera yo sentado en un escaño húmedo suspirando y preguntándome: ¿qué es el amor?; o qué tal que pasara en chinga una supermodelo manejando su Mercedez y que me salpicara de lodo mis pantalones blancos recien estrenados, sin terminar de humillarme al gritarme: “¡consíguete una vagina… naco!”, y luego me lanzara una denigrante botella de champú contra los piojos que terminara por descalabrarme.

Enserio que sólo me faltaba eso, pero no fue ninguna de las tres, si no otra parecida: Me extorsionaron dinero y me quitaron una mochila JaneSport.



(Retrato mío de hace un poco más de una semana ilustrado por Joseph Bumbstein Raskolnicov Pérez, un famoso pintor Húngaro)

Afortunadamente nunca he sido un hombre que se compadece de sí mismo acurrucado en posición supina lamentándose bajo las cobijas. ¡No! Eso es para maricas con bufanda. Todo está en la mente amigos, es cuestión de saber engañarla. "¡Soy una roca, soy una roca!" Y cosas por el estilo incluyendo jaculatorias dedicadas a Ganesha. Mis problemas los solucioné de buena manera y ahora estoy feliz excepto por el simple hecho de que estoy increíblemente encabronadisisisimo por mi pérdida. ¡Ratero hideputa! Ojalá que te devoren unos perros con sida.

Y es que ¿quién de ustedes mexiNacos no está que la ira se le sale por las orejas debido a que –como yo- ya fueron víctimas de la delincuencia?

Yo no… que diga: ¡Yo sí!

Para los que no viven en México, cada noche en los noticieros ya no es alarmante escuchar que decapitaron a doce personas en alguna parte del país, o que hubo un enfrentamiento entre el ejército y un comando de narcotraficantes a la vuelta de un kínder, o que hallaron una fosa común con veinticuatro narcos ejecutados con un sello de plomo en la frente. Es debido a esto que ya nadie de nosotros se sorprende. Todos los días es lo mismo pero con diferentes muertos, incluso algunos que nada tienen que ver, como mi abuelito Pedro que lucho hasta el fin por una prostituta que le fue quitada injustamente por un narcotraficante. Te extrañaré abuelito. Te quiero.

Eso es lo peor del caso, que ya no se matan entre ellos como en los buenos viejos tiempos de “El señor de los cielos”, si no que ahora matan gente inocente lanzando granadas en plazas públicas para mandar mensajes al gobierno y amedrentar a la población. Aunque también surge una nueva y masiva manera de infundir temor y pánico por parte de esos criminales de mierda para poner un pie adelante en la batalla psicológica contra sus enemigos y contra el mismo gobierno: Internet.

Tan sólo aquí en Xalapa muchos borrachos jóvenes ya no van a lugares nocturnos debido a los rumores de que grupos armados pertenecientes a los Zetas llegan al antro con sus cuernos de chivo, cierran las puertas, quitan al DJ y se ponen a brindar con todos cantando el himno nacional, haciéndoles saber por el micrófono que pueden beber lo que quieran a su cuenta. ¡Los zetas pagan... es gratis!

¡Pff! No me pinche-mames-chingues-jodas. Eso no es cierto. Es una broma de lo más estúpida. Si me fueran a pagar la cuenta de las enormes cantidades de alcohol que consumo, entonces yo acudiría sin titubear al antro con una banderita que dijera “Fan #1 de los Zetas”. Pero no es así. Por favor dejen de ser tan idiotas y paren de mandarme esas estúpidas cadenitas que ladran todo eso.. Ya no me digan, ni me pregunten con sus patéticas alarmas de maricones: “Ayysshh falso profeta, falso profeta: ya supisteS eso de que los Zetas cierran los antros, decapitan a sus enemigos y no le ponen miel ni jarabe a sus Hot Cakes”. Lo último si me da miedo.. brr…

Para que sepan a qué me refiero con la cadenita que tanto odio pínchenle aquí.


Razones por la que tales rumores son falsos:

1.- No hay ningún testigo que estuviera allí para documentarlo. Todos son supuestos amigos y conocidos del primo de otro primo que -dicen- sí lo presenció. Qué idiotas.
2.- No es posible que de miles de personas que van al antro ninguno haya declarado algo al respecto.
3.- Ningún periódico electrónico o medio fiable da información sobre lo sucedido. ¡Ni siquiera los más amarillistas que ponen a bebés bicéfalos vomitando en el encabezado!
4.- A ningún cartel de drogas le conviene saquear y aprovecharse de las discotecas puesto que allí mismo es donde hacen sus negocios y venden sus productos a precios más elevados.
5.- Todos sabemos que los Zetas escuchan cumbia villera o a los Jonas Brothers, nada de duranguense, sinaloense o narco corridos que ensalcen organizaciones enemigas.
6.- La historia es menos realista que cuando Gokú es absorbido por MaginBú y pierde la fusión con Vegeta dentro de su cuerpo archievolucionado
7.- Parece campaña de desprestigio político, pues a cada instante vinculan al actual gobernador de Veracrúz, Fidel Herrera Beltrán, con el cartel del golfo, pero sin evidencia alguna.


Eso es lo que más me encrespa las bolas, que, siendo o no el gobernador aliado de los cárteles, en estos tiempos borrascosos, haya gañanes nacos hijos de su endogámica-sifílica-papilómica engendradora de pus madre que aprovechan cualquier resquicio político para hacer sus marranadas, desprestigiar a otros y escalar posiciones donde puedan robar más.


Ahora les pregunto ¿cuál es la mejor manera de combatir al crimen organizado?

a) Que los ciudadanos organicen profusas marchas en todo el país exigiendo seguridad y paz, y que lo manifiesten con ropas y cánticos totalmente gays.



B) Purificar totalitariamente la pirámide el sistema de gobierno en cada una de sus jurisdicciones, desde el peldaño más remunerado y elevado hasta el más ínfimo y abandonado.




c) Otorgarle poderosos camiones a la policía como los que salen en la película "Mad Max". (Eso sí que sería motivante hasta para el más obtuso y huevón de ellos).




d) Contratar a Conan el bárbaro.



Cualquiera de los cuatro anteriores sería una excelente respuesta...

La primera opción sirve como presión a las autoridades para que hagan algo al respecto -ipso facto-. La segunda, más allá de su obviedad implícita, parece una utopía genérica de cualquier ciudadano del mundo (aunque sí es posible controlar el flujo de mierda en las jerarquías de la corrupción si se pone empeño). La tercera es de lo más genial porque no solo uno se sentiría seguro al ver pasar esos aparatosos camiones, si no que también intimidan al más audaz de los delincuentes. Y Conan el bárbaro serviría como modelo a seguir por parte de los elementos policiacos si se le nombrara capitán o jefe de las fuerzas armadas para entrenarlos. Yo como presidente lo haría.

Pero todas estas tienen algo en contra: SON MUY LENTAS.

Creer que la corrupción en el gobierno se podría reducir a corto o mediano plazo viene siendo como creer que los RBD se desintegren es una mala idea, o sea: UNA ENORME PENDEJADA. (Por cierto, odio a todos los fans de RBD, son mis peores enemigos después de los critters. Les declaro la guerra. Si me dieran un centavo por cada punto de C.I que tienen los fans de RBD, entonces tendría que hipotecar mi casa y vivir en un tambo como el chavo del 8).

No pueden las autoridades con esos putos Zetas. Cada vez están ganando más territorio. Aquí Veracruz está percudido. Ya verán cómo en uno o dos años comienzan a adueñarse de todo el golfo y parte del pacífico, haciendo sudar a los demás cárteles, hasta que de verdad representen una amenaza y se unan todos contra ellos. Pero ¿para qué esperar hasta ese momento (que seguro será una guerra todavía peor que la que estamos viendo)?

A mi punto de vista, la manera más realista de combatir el crimen organizado es: siendo un completo chivatón. Así es, buen ciudadano, debes de acusar a cualquier delincuente como si fueras la odiosa niña de kínder que se enoja porque tomaste prestado su sacapuntas. En serio, ¿qué no se han dado cuenta de que la gran mayoría de los rescates, detenciones y golpes duros contra los narcos son gracias a denuncias anónimas ciudadanas?

Lo malo es que, para empezar, no confiamos en la policía porque sabemos que está más vendida que las peleas de los hijos de Julio César Chávez. Tampoco en la AFI, ni en casi ningún otro organismo mas que el ejército. El casi siempre honorable en su totalidad ejército (excepto por el hecho de que el cartel más peligroso de México está integrado por ex-militares -coff-coff-, pero la mayoría son de confianza).



De todos modos no se pierde nada apuntando el dedo anónimamente hacia donde sabemos que se refugia esa cagada de gente. ¿Apoco crees que te caerá un regimiento de narcos en el momento en que los estés denunciando desde un teléfono público? ¡No será así! ¿O tal vez temas que si los denuncias desde un portal de Internet ellos te rastrearán por tu dirección I.P? ¡Ve a un ciber entonces, maricón!

Yo ya lo hice. Acabo de mandar un correo a la PGR (y otra al gobernador sobre la situación de mi mochila) con una prolija información, de tintes casi poéticos, para que por fin encierren a toda esa panda de malvivientes que vive cerca de mi casa. Fue un croquis muy parecido a éste:





Ustedes también pueden hacerlo. Sean patriotas y chingones. No pierden nada si lo hacen anónimamente. Cada 2 de 10 personas que me leen saben de un lugar en donde venden drogas o que son casas de seguridad para narcotraficantes. De verdad que se puede hacer la diferencia, lo acabo de comprobar hace poco cuando acusé a unos mafiosos usando el correo electrónico de mi mejor amigo. (Por cierto hace 2 semanas que no lo veo, me pregunto dónde andará... hm...)

Ya no sean tan cobardes. Dejen de enjugarse el estrógeno que les brota de su mariconería inefable y paren de adorar ídolos fálicos -adentro de su ano- mientras leen esto. ¡Sean hombres; no putos! Cualquier sospecha, cualquier avizoramiento, cualquier indicio de actividad criminal, repórtenla. Pueden salvar una vida o varias, directa o indirectamente.

Marquen 089 en cualquier parte de la república para hacer denuncias anónimas. Es gratis.

O entren a esta página para reportar a esa gentuza.

9 de septiembre de 2008

Soñé con su mamá

Aún más que las pajas en la madrugada y que la música de Johann Sebastian Bach amenizando mi festín de tacos al pastor, subido yo en un ropero para que nadie me pida; prefiero quedarme completamente dormido y soñar, porque cada vez que sueño bien, es como si entrara en un filme holiwoodense que tiene la acción de Spiderman, las mujeres de Brazzers y la magia de Harry Potter envueltas en una ciudad perdida de Indiana Jones. En pocas palabras, me gusta soñar porque en mis sueños soy irresistible, puedo tener a la mujer que desee; las balas me rebotan, soy inmortal; puedo volar; y en general soy todopoderoso. Cada proyección visual de mi cerebro está llena de explosiones, diálogos sensuales, balaceras y más explosiones.

No obstante, el sueño de hace unos días fue muy distinto. Soñé que cerraban el antro en el que festejaba yo mi cumpleaños porque habían asesinado a un hombre en el interior. No tenían sospechoso aún por lo que el escrutinio de la policía en la salida con la multitud era aún más severo. Sin embargo, yo sabía quién era el asesino y estaba mirándole en ese instante cómo se escabullía. Nadie habría sospechado de él, pues era la clase de muchacho que uno ve y dice: "éste es un pendejo papamoscas". Pero había algo dentro de él que lo hacía diferente y que me causaba intranquilidad, algo malo y retorcido se percibía en su interior.

Tenía una media sonrisa rara y perturbadora, de un enfermo mental que no conoce la crueldad, ni la bondad, ni los limites del bien y el mal debido a sus profundos traumas psicológicos que le habrían dado ese modo único de comprender el mundo. Era un auténtico asesino en serie.

El desbravado criminal me miró y se cercó lentamente frotándose sus manos sudadas, indicando inseguridad. Titubeó un poco y después me amenazó de la siguiente manera:

«Si le cuentas a alguien de lo que hice tu familia me las va a pagar»

Me sorprendí bastante. No podía yo creer que semejante retrasado me había conminado con esa baratija de palabras. Apenas podía él hablar afásicamente sin que se le escurriera la baba, y ya trataba de intimidarme con tan trillada frase de asesinos en serie. ¿Quién se creía aquél demente para amenazarme en mi propio sueño donde soy prácticamente intocable?

Le sonreí con ironía. Luego me acerqué a él despacito, tomé una larga pausa mirándolo inquisitivamente y le dije: «Acompáñame, vamos a charlar.» Lo abracé confidencialmente, hombro con hombro, como lo hace un amigo que va a aconsejar a otro; sólo que yo no iba a aconsejarle sino a espantarlo con las monstruosidades más perversas y sanguinarias que se me hubieran podido ocurrir. Caminamos por la calle fría y nublada e inicié mi juego mental. Le dije:

«Mira, Pablito... A mí no me importa si tu papá te golpeaba hasta que te desmayaras, o si tu mamá te forzaba a meter tu cabeza dentro de su alcóholica e insaciable vagina para darse placer. No me importa cuántos perros mataste en tu niñez, ni si vestías a tus barbies con pieles de rata que tu mismo desollaste. Escúchame bien lo que te digo.» Mi rostro cambió su traza de borracho bonachón y amistoso por uno de psicópata endiablado chispeando el más profuso odio en sus ojos. «El día en que te acerques a mi familia, yo te estaré vigilando; y en el momento en que te atrape merodeando en la oscuridad de mi casa, mis carcajadas de placer al torturarte serán mucho más abominables y escandalosas que tus berridos suplicando por la muerte.» Lo apretujé hacia mí y le musité al oido «antes de que mueras me mirarás comerme tus intestinos y dejarás de mirarme cuando te saque los ojos con una cuchara para helado».

Tras mi ofensiva mental, yo fui el sorprendido al darme cuenta de que Pablito ni siquiera se había ruborizado o había movido sus ojos hacia los lados indicando el mínimo miedo. Por el contrario, seguía mostrando el viso misterioso de parsimonia y esa media sonrisa de loco que comenzaba a ponerme más nervioso. Tal si esta vez me había topado con alguien más enfermo que yo, pensaba.

En la caminata intenté descifrarlo. Cambié radicalmente de tema y le hacía preguntas amistosas que el respondía tímidamente hasta que se detuvo frente a una casa que tenía bonita fachada.

«Pasa. Quiero que conozcas a mi mamá y que te quedes a comer con nosotros» Me dijo Pablito como un niño solitario que acaba de hacer un nuevo amigo.

Sabía yo que era muy peligroso aceptar la invitación de un ser tan aborrecible, pero quería escudriñar más a fondo en la mente del homicida, necesitaba comprender la causa que le había fraguado una personalidad tan inhumana y trastornada. Así fue que accedí a entrar a su casa, obviamente cuidando mi espalda de una intempestiva cuchillada.

Entré titubeante, volteando para todos lados, al posible lugar que me propiciara una muerte monstruosa. Esperaba yo encontrar brazos y piernas humanas envueltas en periódico, pero no fue así. La casa, por el contrario, no parecía la de un enfermo mental, más bien asemejaba a la de una ancianita cálida, enamorada de sus recuerdos. Estaba cursimente decorada con ángeles, gatitos de porcelana, cortinas y muebles de principios de siglo. No había mucha iluminación, pero sí pequeñas lámparas de cristal en las vitrinas de la sala y casi en todos lados. Aquél hogar era demasiado dulce para ser la casa de ese fenómeno. Aunque debo de confesar que ese lugar estaba malvibrado, maldito. Algo terrible ocurría allí cada noche.

Pablito llamó a su mamá y se sentó en el comedor con sus característicos ademanes intantiles dispuesto a cenar. Yo me quedé de pie esperando a su madre para saludarla educadamente. Estaba emocionado, pero no dejaba de cuidar mi espalda y estaba listo para conocer a una señora loca, pero mansa, dulce y sobreprotectora. Al menos eso fue lo que pensé.

«¿Quién viene?» escuché una voz ronca y anormal que venía desde el fondo de un pasillo lóbrego. Oía los pasos arrastrarse como si cojearan. Me asomé un poco para verla, pero el corredor estaba demasiado oscuro. Luego esperé un momento más y al fin la miré…

Era una mujer vestida con un traje blanco para dormir muy viejo. Su piel era mórbida y dura con manchas azuladas; muchas partes de su cuerpo lucían negras y escarapeladas, como cuando sacan los cadáveres de los pantanos. Esa abominación caminaba lentamente hacia mí renqueando mientras que su enfermo hijo miraba con curiosidad. Ahora todo tenía sentido.

No pude tragar saliva, sentí mi estómago caer del susto y no recuerdo lo que grité porque el sonido de los latidos de mi corazón eran más fuertes. Traté de abrir la puerta pero tenía seguro. ¡Maldito maniático astuto! Mi corazón latía con más fuerza, tratando de salir de ese sitio abominable antes que yo. Arremetí la puerta con mis hombros, con toda mi fuerza y desesperación, le di de patadas pero no pude abrirla. Aquél cadáver maldito estaba a un par de metros de mi y extendió sus brazos para alcanzarme. Luego me desperté con mis propios latidos y me fijé si no había humedad en mi entrepierna. No la había, sólo había sudor.


8 de septiembre de 2008

Lista de cosas que tengo que hacer cuando esté yo borracho

Mostrarle mi trasero a unas 1000 personas.
Pelearme con unos cholos.
Llevar serenata.
Meter un caballo dentro de un cajero automático.
Ir en un automóvil molestando gente con un altoparlante.
Suscribirme a un grupo de ciudadanos que apoye los movimientos de AMLO.
Rentar una prostituta.
Besar (o algo más) a las hermanas de (insertar nombre propio o sustantivo peligrosísimo de escribir para mi).
Hablar y gesticular como Marlon Brando en la película de El Padrino.
Pellizcarle el trasero a una dama.
Hacerle calzón chino o algún desconocido físicamente inferior a mi.
Llenar de garabatos fálicos e indelebles cada una de las hojas más importantes y necesarias de la libreta en la que haya escrito algún amigo.
Interrumpir la música de una fiesta para cantar uno de mis pésimos raps.
Hacerme pasar por un actor o escritor famoso.
Meterme en un desfile del 16 de septiembre e ir saludando a la gente con mucho carisma.
Perder todo mi dinero en un tabledance.
Perder todo mi dinero en un casino.
Perder todo mi dinero.
Ponerme a llorar por alguna mujer frente a mis amigos.
Desarmar a alguien que use pistola para amedrentar, golpearlo y escupirle la cara.
Tratar de ligarme a una prima y ser tajantemente rechazado.
Aburrir a la gente hablando sobre mi blog.
Quedarme dormido en los colchones de una mueblería.
Chocar contra otro carro.
Jugar basquetbol con mis amigos totalmente embrutecidos a las 4:00A.M
Pelearme a golpes con una caseta telefónica (y perder)
Llegar a una fiesta vistiendo un traje de los warriors.
Orinar a alguien (intencionalmente).
Hacer sonidos esnifadores dentro de alguno de los paneles del baño de un antro, así como si estuviera yo inhalando cocaína, para engañar a los demás.
Madurar.
Vandalizar una caseta telefónica.
Robarme unas sillas de la universidad.
Bailar cumbia con una prostituta obesa en un lugar de lo más vulgar.
Quedarme atorado en una ventana durante media hora.
Vomitar en las macetas de mi mamá.
Vomitar en la explanada de un salón de baile.
Encaminarme a una ciudad a la cual no sabré cómo llegué allí cuando me despierte.
Aventarme un duelo de opiniones con personajes intelectuales famosos y ser completamente derrotado.
Bailar música duranguense en la tarima de un bar.
Suplantar al anunciador de un estadio de futbol y decir estupideces al micrófono.
Romper mi record actual de mojitos y terminar medio muerto.
Subir a la azotea, mirar a las estrellas y desear con todas mis fuerzas que "ellos", mi familia, ya vengan a recogerme.
Regarle cerveza a unos prostitutos que vea yo en la calle y pisar fondo.
Besar una vaca en la boca.

2 de septiembre de 2008

Tipos de personas en las que nunca te debes de convertir

Una de las actividades humanas para la que tengo una mejor disposición, habilidad y garbo (una entre tantas capacidades sobrehumanas que tengo; especialmente acentuando como sobrehumana, a la sexual) es aquella que usamos las personas inmaduras para pitorrearse de otras, criticarlas o estigmatizarlas con motes jocosos. La chingativa.

Es algo espontáneo, natural y compulsivo en mi... que un cabrón que vive por mi casa sufre de un prognatismo pronunciado; le llamo "el caja registradora". Que un vecino gordo y colosal, de unos dos metros de altura y en la plenitud de adolescencia; le apodo "Niñosaurio", o "niñodonte", o "niñoceronte".

Mis aptitudes chingativas, son para mí, un motivo de orgullo, jactación y por qué no: felicidad.

Sin embargo, no todo lo que brilla son zapatos bien lustrados. El encontrarle defectos a la gente desde el primer momento en que la conozco, me ha traído un alud de inconvenientes en cualquier aspecto que involucre contacto, contemplación o, en el peor de los casos, socialización con otras personas no afines a mis estándares de aceptación y tolerancia humana.

A éste tipo de personas que no congenian con nosotros, instintivamente terminamos por rechazarlas y generalmente les otorgamos el epíteto de DETESTABLES u ODIOSOS; o como yo suelo llamarles: CAGAPALOS, ¡porque me cagan el puto palo!

Para una mejor explicación, aquí les describo unos cuantos seres que no puedo llegar a comprender aún por la complejidad de su manera de ser:



Tipos de personas en las que nunca te debes de convertir



HIPPIE MENDIGANTE QUE PIDE $1 PESO PARA UNA CAGUAMA (cerveza)



Yo vivo en una zona estudiantil en donde abundan los hippies. Es normal encontrarles sentados desfachatadamente en las banquetas o en el parque, abrazando sus tambores o tocando la cítara, despotricando contra el neoliberalismo e impregnando a su vez, el ambiente, con su característico aroma a sobaco y mota.

Cierta noche compraba yo un frio y empañado caguamón en la tienda, luego de un día ajetreado y soleado. Cuando me disponía a pagar, un grupo de hombres y mujeres con olor a "cebolla" y de ropa autóctona se me acercaron y me dijeron con toda la familiaridad del mundo: "¿Qué onda carnal? Acomplétanos para las chelas, o ya de perdis... invítanos de tu caguama, ¿no?".

¡Ppuucptta! Ya se imaginarán la cara que puse... Yo, uno de los hombres más mojigatos, retrógrados, anticuados y homofóbicos del planeta compartiendo mi más preciado elíxir con un grupo de locos guiñapos, con nulo sentido del olfato y que le piden consejos a los árboles... ¡Cómo no! Me escandalicé tanto que mi boca se abrió 30cm más que lo normal, respiraba estentórea y rápidamente, mis ojos se salieron de sus cavidades colgando solamente del nervio óptico, y les dije: "Yo... compartir... mi caguama... ¡CON USTEDES!... ¡AAAAAAAAAARRRRRRGGG NUUUUNNCAAAAAAAAAAAA!" Me convulsioné en el piso unos segundos; luego, una segunda boca salió de mi boca propia, como en "Alien", y maté con ella a todos esos zánganos parasitales.



CHAVA-CHAVO


O mejor dicho: La chava que actúa como chavo y sólo anda en grupitos de chavos, queriendo hacer siempre todo lo que ellos hacen (aunque no entra en la calificación de lesbiana o marimacho, ya que sus preferencias siguen siendo heterosexuales).

Podrá parecer genial, pero no lo es (al menos para un clan de machos respetables). Las chavas-chavo terminan por hartarte porque, a pesar de que la chica tiene una buena actitud, nunca podrá desempeñar de buena manera las actividades vanas, toscas y ridículas propias de los hombres ociosos. No podrá escupir tan lejos, ni comer tanto, ni alburear, ni otras cosas que impliquen dominio masculino.

El gran problema con las chavas-chavo es que limitan el progreso de un grupo social varonil debido a que son una carga. Por ejemplo: Uno tendría que desistir de escaparse a una aventurilla con otra mujer por tener que cuidarla a ella. O el grupo mismo, de la chava-chavo, tendría que huir cobardemente de otro grupo de vivales que desean un enfrentamiento a golpes porque ella no puede pelear. Nada honroso para una tribu de amigos que quieren ser chingones.

Además no son novias convenientes. Son igualmente viciosas en los videojuegos que un hombre, dicen igual número de groserías, se pedorrean, no se bañan, son indiferentes y poco cariñosas. ¡Carajo! Yo quiero una mujer de verdad. Si quisiera una pareja que actúe como hombre o que sea un hombre, entonces sería yo lector de un blog masomenos famoso y ya me habría yo convertido en ustedes.



GORDA PROFESIONISTA QUE SE JACTA DE SERLO CADA VEZ QUE TIENE UNA OPORTUNIDAD


Si me es difícil tolerar a las gordas escandalosas, mucho más me es tolerar a una gorda escandalosa que presume sus logros académicos cada vez que terminas una oración con una consonante.

Esta es la típica cerda que toda su vida estudiantil se la pasó encerrada en su casa -y en el salón de clases- repasando sus estudios, pues su capacidad mental no le concedió la merced de recordar las cosas fácilmente como lo haría una persona comúnmente más inteligente, la cual sí tendría el tiempo suficiente como para ir a fiestas o quedarse dormida en el pasto contemplando las nubes en horas de clase.

Debido a esto, ahora que ya terminaron de estudiar, se dedican a disfrutar de la vida, y es casual el desazón de encontrárselas en alguna reunión o fiesta, en las cuales tratan de recuperar el tiempo perdido buscando desesperadamente la atención (¿o pareja, tal vez?) aburriendo a todos con desplantes de inseguridad ataviados de sabiduría profesionista o con historias sosas sobre cómo casi alguien le pide que fuese su novia en febrero de 1998. Una buena y madura forma de deshacerte de ellas es diciéndoles: GORDA.



CLÁSICO NACO FUTBOLERO QUE USA CAMISAS SIN MANGAS Y QUE BEBE TODOS LOS DOMINGOS PARA MITIGAR LA CRUDA


Ya por todos conocido, éste es el clásico naco futbolero que sale a dominguear con su señora, vistiendo su playera sin mangas, su cangurera, un short setentero y su celular nuevecito en mano que trae como tono algún dicharacho de humor corriente o una canción de reggeatón.

Siempre caguamean todos los domingos para mitigar la resaca, luego de echar la cascarita de fútbol con sus compadres o de ver todos los partidosque ofrece la tv. Saben bailar cumbia magistralmente, dicen "ira" en lugar de "mira", manejan un carcachón modelo 80 a 90 y es típica en ellos la costumbre semibudista de sobarse la panza, a la vista de todos, mientras platica con alguien más en persona o por el celular.

En lo personal no me caen mal, pero sé que a muchos de ustedes sí porque la mayoría de ellos son aficionados del Club América.



TREINTÓN PARRANDERO MAMONSÍSIMO EXPERTO EN MUJERES, SEGÚN ÉL


De la colección de comportamientos humanos más abyectos, fatuos e insoportables viene el treintón parrandero mamonsísimo experto en mujeres, según él.

Es el típico cabrón que con el simple hecho de verlo ya sabes que te cae mal. Irradian petulancia y malaleche; son una instantánea patada en los testículos (y con botas militares de casquillo). A todas las mujeres reproductoramente aceptables se refieren como "niñas". Su patética verborrea de rutina para conquistar es dicir que ya necesitan sentar cabeza y que buscan una relación formal. Escriben sus nicks del messenger en inglés para lucir más cool (¡putos anglicismos necesarios de mierda! Cervantes me patée el culo por usarlos). En su guardarropa hay una, o dos, o hasta cinco chaquetas de cuero para ataviarse juvenilmente. Nadie puede saber más que ellos de bebidas, de autos o de mujeres. Tienen más entradas en la cabeza que un partido de beisbol de los Yanquis contra los Mediasblancas. Y solo le agrandan a personas similares a ellos y dicen tener mucha experiencia en el amor pero siempre se les ve solos... ¿Irónico?



CHANGARRERO CON ÍNFULAS DE CARLOS SLIM



Sé que alguno de ustedes me dirá a quién le recuerda éste ejemplo.

Los changarreros con ínfulas de Carlos Slim "crecen" intelectualmente leyendo libros de superación personal, consejos para ahorradores, guías para líderes y otros más de "domine la mente de sus enemigos y conviértalos en aliados". La gran mayoría son de clase media, media-alta egresados de la carrera de administración de empresas o de IEM (idiotas expertos en Monopoly).

Lo ridículo de estos cabrones, además de su peinado lleno de vaselina, es la pretensión y la nube de pedos en la que se suben cuando legalmente se hacen dueños de "Criadero de codornices Cachospia S.A de S.V", más la sucursal. Aparte se "rebajan" con sus empleados (esos trabajadores de pantalones holgados que muestran la raya de la nalga) para simpatizar con ellos y hacerles creer que ambos son iguales y son parte del mismo proyecto, manteniéndolos así motivados y contestos.

Gran lider que eres... ¡Dales un aumento hijodeputa! Eso es más motivante, maricón.



Pasemos a la sección de personas que distorcionan su realidad...


VIEJA CON SÍNDROME DE LA "ANTES GUAPA"



En sus años mozos fueron unas sílfides de mujeres; sin embargo, no hay alquimista que pueda resarcir los años, ni cruel tiempo que no caiga como maldición sobre los vanidosos.

Estas viejas se negaron tanto al envejecimiento que terminaron por creer que seguían siendo jóvenes, que su piel continuaba tersa y que sus tetas no colgaban como calcetines con canicas. Al estar acostumbradas, en su lozanía, a que los hombres hicieran cualquier cosa por ellas, permanecieron hasta la fecha con el hábito de hacer y pedir lo que quisieran con su peculiar encanto esbozando una sonrisita.

¡Pero ya no son jóvenes! Uno como caballero del romanticismo puede ayudarle a una mujer madura a mover dos o tres cajas; pero no mas. ¡Entienda señora: los hombres sólo hacemos favores cuando queremos sexo con las mujeres! Nada más. Para la próxima el único favor que haré será el de llamar a los egiptólogos del museo de El Cairo para que vengan a recoger su momia extraviada.



VIGORÉXICO OBSESIVO QUE VOLTEA A MIRARSE AL ESPEJO CADA 20 SEGUNDOS




¿No se necesita de prolijidad en lo archisabido, o sí?

Ni una novia se mira tanto en el espejo antes de su boda como lo hacen estos pendejos.



GORDA INCAPAZ DE DIFERENCIAR LO QUE ESTÁ BIEN DE LO QUE ESTÁ MAL.

Y no lo digo porque esto sea estéticamente incorrecto para la mayoría de la población mundial tanto de hombres como de mujeres. El ver algo así ya bordea los límites de la maldad. Tal perturbación es un atentado contra la tolerancia humana. Eso es una falta de respeto no solo a ella misma, ni a uno, si no a el medio ambiente en general que tenga la posibilidad de verla.

¿Qué tal si una familia de mormones se encuentra desayunando en la terraza de un restaurant y se topan con semejante grosería? O ¿qué tal si un maniaco suicida acaba de recuperarse de sus depresiones, sale de la clínica y choca con una abominación tal? Sería imposible que el pobre volviera a tener esperanza en la humanidad.

¡Quítenle las redes al cachalote y empújenlo de nuevo al mar! ¡Cierren la carnicería el supermercado que se escapa el jamón! Bienvenido a la convención de Starwars, Java the hut...

En serio. Hay una gran razón por la cual la ropa como los tops no vienen en tallas mayores: SE VEN HORRIBLEMENTE MAL EN GENTE GORDA. Es como querer meter todo el armario en una maletita: ¡no cabe! Y si no cabe se desparrama todo... como sucede con sus tremulantes lonjas. No lo hagan por favor, no vistan así. Es contaminación visual para mí. No son las idiotas de RBD, no son barbies, no son Angelina Jolie, ni supermodelos. Ellas se ven bien porque son delgadas y usan ropa para gente delgada, ustedes deberían de usar lonas de circo.

* * *

En fin. Estos son sólo algunos casos que tuve el infortunio de hallar la semana pasada. Si tienen más sugerencias para seguir con la lista pueden escribirlo en los comentarios o enviándome un correo electrónico.