A continuación escribiré sobre algunas de las películas que he visto a lo largo del 2007, que terminaron haciendome desear haber girado sobre mi cinéfila estupidez a la velocidad de la luz, hasta retroceder el tiempo y llegar al instante en que compré un boleto en la taquilla del cine para entrar a ver semejantes piezas porquería:


LOS SIMPSONS, LA PELÍCULA (que nunca debió de salir)



Tengo que decirles que cuando iba yo a ver esta película, ya iba predispuesto con la idea de que iba a ser una enorme cagadota de hora y media que me haría vomitar... ¡pero no fue así!. Si no que resultó ser una enorme cagada de una hora y treintaidos minutos que estuvo a punto de hacerme vomitar.

Había yo escrito antes sobre el humor sinsentido y estúpido que caracteriza a los recientes capítulos de los Simpsons. Esta vez no fue la excepción. La historia es de lo más fantasiosa y ridícula que hayan creado los escritores de la serie: Homero, como es costumbre, comete una estupidez que convierte a Springfield en un desastre biológico que amenaza la seguridad de E.U. Y, para evitar que los habitantes de Springfield salgan y contaminen a los demás, el ejército cubre la ciudad con una esfera gigante transparente de la que nadie puede escapar. Así es, nadie puede escapar excepto los Simpsons, quienes tienen la brillante idea de meterse por un agujero en la alberca de arena de Maggie y escapar. Ningún otro de los habitantes puede cavar un túnel y escapar de la jaula gigante por debajo de la tierra como lo haría un coyote o un conejo al encontrarse encerrado, ¡muy buena historia idiotas!.

Solamente me reí bien unas cuatro o cinco veces MÁXIMO. Los demás fueron puros “jeje’s” y “jas” afectados y casi obligados (porque pensaba en el dinero que había gastado y tenía que reírme para sentir que no gasté a lo tonto). Sin embargo, me sorprendió mucho el número de pendejos que se reían con simplezas como las que pasaron miles de veces en los cortos donde Homero se clava el martillo en el ojo. Reían todos como si el ver alguna caricatura caerse fuera tan gracioso y novedoso. Grandísima flota de imbéciles con quienes compartí el aire impregnado con olor a palomitas. Solo nos dimos cuenta de la porquería que es la película un tipo de lentes que se veía inteligente y mi novia que también se rió, pero porque tiene nueve años y no sabe de la vida y menos de los Simpsons.


ZODIACO - Prepárate para ver las 3 horas más interminables de periodistas tomando café.



Voy a nominar a esta película como la más aburrida de la historia. Yo creo que solamente un monje budista con infinita paciencia o una anciana ciega y sin piernas en estado de coma, podrían estarse sentados viendo esta película sin salirse del cine exclamando: “nosalaverga de aquí”.

En toda la historia transcurren veinte años, los cuales, si la persona que vio la película en realidad hubiera vivido esa cantidad de años, se le habrían hecho más cortos que toda la película en sí. No, no, no, no qué puta aburrición de película. Por más que le pulsaba “next” al control del DVD, no pasaba nada interesante, y sí pasaban interminables escenas del protagonista platicando en un restaurant, en la oficina, en la calle, en su casa, etc,etc. Creo que lo más emocionante que ocurre en la película es que al periodista que investiga los crímenes se le riega la taza de café sobre unos papeles...

¡Ah! Y una escena donde ponen musiquita de misterio de fondo y el protagonista escucha como si alguien abriera la puerta y nada más de repente: ¡BUUUUUUUUUUUUU! ¡Era su esposa quien regresaba de compras! Dios mío, qué escalofriante está la película. Le hubieran puesto una clasificación especial o una advertencia tipo: “no nos hacemos responsables de las muertes ocasionadas a causa de paros cardíacos”.

Algo que hizo que yo me interesara por la película fue que está basada en hechos reales sobre un caso de asesinatos cometidos en los setentas. Lo más increíblemente estúpido es que llega una parte en donde unos detectives entran a la casa del principal sospechoso y encuentran todo de pies a cabeza; ropa tirada, excremento de ardilla, ardillas, platos rotos, hachas , pistolas y escopetas. No creo que la madre Teresa de Calcuta viviera allí ¿o sí?.

El sospechoso en varias ocasiones confiesa ser empedernido de un libro sobre asesinatos y un ex-amigo de él le dice a la policía que el “supuesto homicida” le había manifestado que sería interesante matar gente y llamarse así mismo “Zodiaco”.



(click para ampliar)




¿No serían esas pruebas suficientes para hundirlo en excremento carcelario? Tal vez no. No sé qué acusaciones podrían haber sido suficientes para encerrarlo, pero qué tal... ammm... ¿¡ASESINATO EN PRIMER GRADO!?

También mandaba cartas pésimamente redactadas a los periodistas y en la película lo leen como si se tratara de William Shakespeare quien las hubiese escrito.

I like killing people because it is so much fun it is more fun than killing wild game in the forrest because man is the most dangeroue anamal of all to kill something gave eryetheyo a thrilling experience it is even better than getting your rocks off with a girl the best part of it I athae when I die I will be reborn in paradise and all the I have killed will become my slaves I will not give you my name because you will try to sloi down or atop my collecting of slaves for my afterlife

Si el Zodiaco viviera en estos días, seguramente tendría metroflog y escribiría con “k” si supiese español.


DURO DE MATAR 4.0 - Ahora con androides.



Para empezar la cagaron con el título al ponerle 4.0. lo que establece ya desde un principio que la película tiene que ver con nerds.

Recuerdo que llegué al cine a ver esta película preparado para una buena dosis de explosiones y muertes espectaculares con un chiste al final por parte del protagonista, ejemplo: “¿Necesitas unas aspirinas compa?”, diciéndole a un mercenario al que le explotó la cabeza y salpicó de sesos la cara de Bruce Willis. ¡Pero no! No pasa nada de eso, porque el villano principal no es un villano común con cara de loco como los otros (de esos exmilitares o terroristas que quieren destruir E.U), si no un nerd-hacker afeminado sin personalidad que no infunde respeto alguno como los antiguos enemigos.

Lo que hizo a esta película una verdadera cagada comparada con las anteriores, fue que cada personaje tiene mínimo 5 vidas, todos pueden saltar de automóviles que viajan a 70kmph, las maneras de matar enemigos son aún más exageradas e inverosímiles que en previas películas, y sobre todo: Una asiática delgadita que apenas podría levantar una caja de pañuelos cleanex, que terminó propinándole una putiza a John Mclain con un mínimo esfuerzo.

Lo irritante no es tanto que pongan a una mujer peleando y haciendo cosas que sólo los hombres podemos efectuar, queriendo hacer hincapié en la igualdad de sexos. La tipa parecía un androide porque, por más que le pegaba Bruce Willis en la cabeza, no daba indicios de rendirse, ni cuando la arroyó con un carro a toda velocidad, ni cuando cayó desde 30 metros de altura y pudo seguir peleando sin lesión alguna. También estoy seguro que no murió en la terrible explosión de la fábrica y que aparecerá en la secuela (si es que la hay) con una cicatriz en la cara queriendo vengarse de el detective Mclain o de su hijo. Cómo odié a esa puta.

Con ésta película, el personaje al que traté de emular durante toda mi vida perdió toda la gracia por la que lo admiraba y ni buenos chistes contaba. Malditos nerds, siempre echan a perder las cosas que valen la pena.



Piratas del caribe, al fin del mundo - zzzzzzzz



zzzzzzzzzzzzzzzzzzzz...

zzzzzzzzzzzzz...

zzzzzzzzzzzzzz...

¡ME QUEDÉ DORMIDO!

Sólo puedo decir que... amm...

zzzzz...


zzzzzzz... zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz...

zzzzz...


¡Esperen, ya me acordé de algo!


zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz... zzzzzzzzz....

zzzzz...


...


Zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz...




Kilómetro 31

(no hay imagen)

Yo tenía ganas de ver esta película por ser hecha por mexicanos y tener un contenido prometedor que hacía referencia a leyendas populares, pero afortunadamente, mis amigos me persuadieron -confío en su criterio- y me dijeron que la película no asustaba ni a al sujeto más cobarde que padezca la esquizofrenia y paranoia más exacerbadas. Esta película no asusta ni a Scooby Doo ni a Shagy, y eso que son bien putos y mis amigos también son bien putos.

Estoy seguro que si algún día me encuentro solo en mi recámara y tengo miedo, voy a poner esta película para que me lo quite.


* * *

En fin. Hay muchas más, pero no quiero empezar el día enojado acordándome de cómo pude gastar esos 32 putos pesos -o más- en un boleto para ver esas enormes compilaciones de mierda cinematográfica. Mejor, próximamente les enseñaré a robarse ceniceros de los antros o cosas productivas de esa ralea.

Si alguien me quiere prevenir acerca de qué película NO VER, que lo diga ahora o que calle para siempre.

Venía yo arrepentidísimo y maldiciendo mi estupidez por haberle dado diez pesos de limosna a una mujer indígena con bebé en brazos que yacía postrada afuera de la catedral (siempre doy limosna, es una pésima costumbre que tengo y que espero erradicarla con el tiempo). No sé por qué mierdas me pasó por la mente regalar tal caridad, supongo que fue debido a que solamente tenía tres monedas de diez pesos en el bolsillo y obedecí el impulso calculador de hacerle la barba a Dios para que él me regresara más. Pero, no mames, a qué clase de idiota se le ocurre dar diez pesos... ¡ni el Papa da semejante limosna!.

La mujer se quedó pasmada mirando la moneda sin poder creer lo que veía, incluso la caló con los dientes y se pellizco las mejillas par despertar si acaso del sueño y confirmar lo que sus ojos veían.

“Que Dios le dé más, joven”, me dijo todavía incrédula, pensando en que era yo un magnate derrochador porque llevaba puesta mi capa. Entonces yo grité al cielo enfurecido y le exigí a Dios: “Ya le di limosna, ahora devuélveme el triple, ¡cumple lo que dices en tus escrituras!” Pero en vez de darme dinero como estipula el contrato de la Biblia y el karma, exhaló cobardemente un relámpago dirigido hacia mí que rompió las nubes con un estallido ensordecedor proveniente desde su insondable morada en el Edén, un haz de luz infinito directo hacia mi, pero afortunadamente pude esquivarlo y le cayó a la mujer indígena y a su bebé derritiéndolos instantáneamente.

“¡Se acabó!... De ahora en adelante adoraré a Alá, tu peor enemigo.” Imprequé a Dios tras su intento de eliminarme con su rayo destructor. Un taxista fiel que contemplaba atónito la escena, se puso colérico por mi irreverencia y aceleró de 0 a 100kmph en 3.5 segundos (traía un Lamborghini) con la intención de atropellarme. Cuando se acercó con su automóvil a poco más de un metro, brinqué para esquivarlo en una fracción de segundo. Mis piernas impactaron con su parabrisas lo que ocasionó que me diera incontables vueltas en el aire.

Ahora bien, las personas comunes mandan órdenes desde su cerebro a los músculos que tardan milésimas de segundos en ejecutarse, pero las personas que nos desplazamos a velocidades similares a las de la luz lo hacemos tan solo en millonésimas de segundo, por lo que al estar a cuatro millonésimas de que mi cara impactara contra el suelo reventando mi cráneo, puse mi mano izquierda en el pavimento girando mi cuerpo y cayendo de pie, derrapándome unos veinte metros.


El taxista maldijo mi nombre antes de estrellarse en una gasolinera. La enorme explosión destruyó hogares, coches y un parque de diversiones. Increíblemente, dentro del radio destructivo de 200 metros que provocó la explosión, nadie sufrió un rasguño excepto todos los niños pelirrojos que había dentro del margen del estallido, quienes desafortunadamente fenecieron. Los miles de escombros, piedras, tuberías y pelirrojos volátiles se dirigieron hacia mí a una enorme, pero también pude librarlos fácilmente mientras escribía un mensaje de texto con mi celular.

“No debiste otorgarme la virtud de moverme a la velocidad de la luz cuando me hiciste con tus propias manos, Dios”, grité en tono socarrón demostrando la seguridad de una un apostador que lleva el futuro escrito en un papel.

Un quejido perturbador cayó del cielo haciendo dos huecos en el pavimento levantando una nube de polvo. Cuando la cortina de partículas de cemento se hizo traslucida, pude columbrar a la enorme bestia enviada por Dios para eliminarme. Así es, ya saben a lo que me refiero: Un troll de las cavernas.

Ya se imaginarán lo que pasó. Aquella abominación me lanzó su mazo con todas sus fuerzas. Debe de decirles que éste tipo de monstruos se mueven a velocidades sorprendentes, casi iguales a la mía. Por lo que, instintivamente me moví hacia un lado y el mazo que paso zumbándome los tímpanos se fue de largo e impactó en un hospital, donde se salvaron todas las salas excepto la de maternidad donde desafortunadamente perecieron todos los bebés pelirrojos que había allí.

Lo demás lo captó una cámara especial de la NASA que puede fotografiar objetos a altas velocidades.



No cabe duda que soy una MEGA-VERGA.

Ya al rato escribo. Estuve en la cárcel éste fin de semana y por eso no podía actualizar mi página. En fin...

Odio a los fantasmas, son los sujetos más ruines y despreciables, pero sobre todo: Homosexuales, que he tenido el disgusto de conocer en mi hermosa vida.

Mi tía, que vive en la casa de enfrente, me pidió que estuviera un rato con ella, pues vive sola y últimamente ha tenido la sensación de que algo o alguien se sentara al lado de ella en su cama mientras duerme; algo que no está allí pero tú sabes o sientes que allí se encuentra; una presencia perturbadora y desconocida en la oscuridad cuando abre a los ojos y no ve nada.

En una ocasión, cuenta ella, que sintió cómo su colchón se sumía justo a la altura de sus pies. Ella despertó alarmada pensando que podrían ser los gatos que se subían, cosa que no podía ser porque los animales dormían en un sillón que está al lado. Prendió su celular para tratar de tomar una foto y ver lo que no se podía ver y, según ella se pudo distinguir la figura semihumana de un fantasma.

“Leyes de refracción y espejos; espectros de luz que tienen una explicación lógica. O tal vez un trastorno del sueño alucinatorio que ocurre entre la vigilia y el sueño”, le dije en tono burlón, con mis lentes de nerd y un cohete a escala en la mano que había construido momentos antes. Finalicé con un “jaquemate” rebatiendo todo argumento que pudiera discurrir ella con sus teoría charlatanas, como todos ustedes nerds harían.

Ayer acordamos cambiar habitación. Mi tía durmió en mi recámara y yo en la de ella. Al cabo de unas horas, cuando soñaba yo que me cogía a Lynn May y a Laura León en un circo, algo interrumpió bruscamente mi fantasía y se movió el colchón como si alguien se sentara a mi lado a la altura del pecho.

Debo de reconocer que se me subieron los huevos a la garganta, pero estaba determinado a enfrentarme a lo que fuera que ocurriera en ese cuarto. Lo sentí cerquita cerquita y dije: “¡Hiiijo de tu puuta madre!” Lancé un patadón con todas mis fuerzas hacia donde podría estar el fantasma pero no sentí nada. Cuando prendí la luz, el muy cobarde había desaparecido mariconamente antes de que mi pie lo impactara. Encendí el televisor para relajarme y que se me terminaran de bajar los testículos a su posición normal, y al final pude conciliar el sueño de nuevo.

Hoy por la tarde estuve enchilado buscando en los rincones más oscuros de la casa de mi tía –donde según se guardan las malas energías–, retando al fantasma con insultos humillantes para hacer que me molestara a mí en vez de a una pobre señora que vive sola y temerosa. “Vente conmigo pendejo, a ver si muy chingón, te voy a poner una mega-archi-ultra-chinga, te voy a arrancar los huevos y te los voy a dejar en vez de tus ojos.”

Yo no soy una persona que crea en fantasmas, pero por si las dudas, he fabricado una armadura antifantasmas que me permitirá defenderme mejor a la hora de enfrentarme a ellos.



Consta de un sistema de cableado metálico ionizado que canaliza la energía malévola que emanan los fantasmas y una tela impermeable para protegerte de la lluvia en caso de que esté lloviendo. También se aprecia una cruz que sirve como arma y como método de intimidación fantasmal.



Si quieren estar más protegidos, una buena opción es llevar un escudo blasonado con figuras antifantasmas que sirven para bloquear ataques cobardes propios de los fantasmas como flechas, escupitajos de ácido sulfúrico, sémen fantasmal cegador, rayos que convierten en piedra, hechizos malditos, etc.


Un método efectivo para proteger la retaguardia es un artefacto que produce viento dirigido haci atrás para evitar ataques inobles o trastadas espectrales por parte de tus enemigos. El viento, como ya todos sabemos, siempre retrasa el movimiento veloz de los fantasmas.



Ahora que si quieren seguridad total, les recomendaría todos los artilugios que se muestran en la imagen de arriba. La gran mayoría son indispensables. Ustedes sabrán decidir cuál se adapta más a sus técnicas de combate contra fantasmas.

Si quieren comprar una armadura antifantasmas mandarme un correo electrónico con el número de su tarjeta de crédito (no se olviden de poner la fecha de expiración y la clave PIN).


Lo peor de los fantasmas, aparte de sus mariconadas de ofender y desaparecer, son sus insufribles lamentos. Tan trillados y patéticos.


“Buuuuuaa, buuuuuuaa.... estoy muerto... maté a mi esposa y a mis hijos y me los comí, por eso ahora sufro por la eternidad vagando por las tinieblas... ¡Qué triste estoy, cómo me arrepiento! Compadézcanse de mi, por piedad...”

“Me suicidé y eso es pecado. Me la pasaré el resto de la eternidad –si es que la eternidad tiene restos– lamentándome con mis gemidos fantasmales. Sólo me puedo divertir molestando gente viva porque les tengo envidia y quisiera vivir a través de ellos.”

“Hayy , ayyy... Pobre de mí... algún villano me cortó la cabeza y ahora no sé para donde voy ni de donde vengo. Necesito de una canasta especial para guardarla y unos periódicos al lado para que no se mueva y no desenfoque hacia donde miro...”

“Algún estúpido que se hace llamar el falso profeta me ahorcó usando su pene cuando me disponía a huir de él porque le aventé una cebolla desde lo alto de un edificio de cincuenta pisos. No sé cómo le habrá hecho para llegar usando su enorme miembro, pero heme aquí, muerto y penando...”



¡Qué putos putazos son los fantasmas! Les juro que nada más con acordarme de lo que hacen me empieza a punzar el estómago. Se la pasan queje y queje. “Buaahh, buaaaah, soy un alma en pena y sufro muuuuuuchooo.” ¡Gays! Es mucho peor perder dinero en un casino o que dejes la plancha prendida y se te queme tu camisa favorita, que todas esas tragedias cursis de arriba que implican muertes trágicas y dolorosas.


Esto me ocurrió ayer cuando dormía y soñaba que fornicaba con Lynn May:

Cuando yo sea fantasma me la voy a pasar mirando mujeres desnudas, profanando epitafios vecinos con mis vestigios de onanismo o viendo películas gratis en el cine; cosas en las que se puedan aprovechar los dotes que trae consigo la muerte como la invisibilidad y la intangibilidad No me voy a poner a llorar como mariquita como ellos lo hacen.

Los odio fantasmas, de verdad que los odio. Son una bola de gemebundos ectoplasmáticos pusilánimes y escalofriantes espectros. Ojalá se me presente la oportunidad de pelear contra alguno de ellos algún día para demostrarles quién es el que manda.


NIÑO:— Oyes falso profeta... Pero desde hace rato que te tienes que dormir y no lo has hecho aún. ¿Tienes miedo acaso?

YO:— Jajajajja ¿miedo yoo? Jajajjaajja [coff, cofff] No, cómo crees m'ijo. Emmm... Lo que pasa es que... amm.... pues... ... ... ¡MIRA! Un rinoceronte está regalando monedas de oro con la imagen de Mickey Mouse... ¡Rápido, voltea!...

(el niño voltea sorprendido y el hombre escapa por la ventana)