20 de febrero de 2010

¡EL PEOR POST DE SAN VALENTIN!

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Verán... me siento mal conmigo mismo... no pude hacerlo... no pude postear ¡EL MEJOR POST DE SAN VALENTIN! Algo me detuvo, algo más allá de mi jurisdicción; muy molesto. Fue como el zumbido de un mosquito que taladraba mi sentido de la decencia con un "¡nnnnnnnnniiiiiiiiiiiiiiiiiolohagas!". Por primera vez pensé en las consecuencias de escribir algo tan extraordinaria e ingeniosamente inmaduro y ardido, pero más que en las consecuencias, pensé en el daño que podría hacerle a las personas a quienes iba dirigido y que en algún momento podrían leerlo.

A una de ellas la vi justo un día antes del 14 de febrero. Llámenlo señal o coincidencia, el resultado fue un brutal choque emocional para mi. Básicamente tuvo todo que ver en que no escribiera ese post.


Terminamos nuestra relación hace unos cinco años. Fue una ruptura dolorosa y explosiva. Nos lanzamos palabras el uno al otro en forma de misil que dejaron escombros en nuestras entrañas y edificaron nuestro recuerdo como un rencor silencioso.

Honestamente, me imaginaba a su lado para toda la vida, siendo el padre de sus hijos, el bastión que resguardara sus anhelos y el verdugo de sus más lascivas necesidades fisiológicas, de aquí hasta más allá de la menopausia. Sin embargo ella me terminó porque, según, "no estaba lista para algo tan formal"; luego me pidió que me buscara alguien más, que ya no podíamos seguir, pues no estábamos destinados a permanecer juntos.

En aquél momento escuché un crujido en el cielo, el aciago anuncio de lo que venía a colapsarse sobre mi. A partir de ese momento supe que durante los meses siguientes mi vida sería mierda pura y amarga. El primer pedazo de cielo se desquebrajó en forma de un filoso cristal partiendo mis 12kg de testículos en dos partes iguales, algo parecido a esto fue lo que sucedió:


Esta dramatización le queda pequeña al evento real (click para agrandar)


Aún me extraña que después de escuchar las desastrosas palabras expresadas con tanta dulzura, no saliera por atrás de mi algún otro hombre (¿un amante, tal vez?) y me apuñalara diesiséis veces para que ellos dos pudieran al fin escapar de mí a una isla lejana, y una vez allí, asquerosamente juntos y frente a un paraíso azul, chocar las copas de su martini rosso, y decir con risa malévola: "Jajaja, lo logramos, amor... ¡Salud!"; posiblemente recordando con incomodidad mi última frase dicha antes de morir cuando sujetaba dramáticamente la camisa de aquél maldito, diciendo: "¿Et tu, brute?"; pero esfumando para siempre el recuerdo de mi muerte diesiséis segundos después con otro trago de martini rosso, riendo, riendo por siempre; por siempre y felices...

Pero lo que más regala la vida son sorpresas. Cuando la vi ese día me di cuenta de que no había escapado a Bora Bora con su amante brasileño guapísimo que mi mente inventó para explicar su abandono, o que si lo había hecho, entonces estaba de vuelta en Xalapa. La encontré, pues, en el supermercado con un hombre que iba sentado en la parte delantera del carrito. Le calculé unos tres años.

Nos saludamos sin saber qué decir, como en todos los encuentros sorpresivos; pero tras bambalinas de la conversación protocolaria que naturalmente se dice en tales situaciones, ocurría una batalla de superposición de egos cuyo ganador era determinado por la respuesta que se apegara más a los sueños de la vida ideal que alguna vez nos confesamos debajo de un cobertor, como "¿quién ha llegado más lejos?, ¿quién es más feliz ahora?, ¿quién se consiguió una pareja mejor a nosotros?", etc.

Es preciso mencionar que no andaba yo en mi mejor momento. Era sábado al medio día, tenía puesta una bermuda de mezclilla, huaraches y llevaba en el canasto dos paquetes de cerveza y unos sabritones; típica comida de un borracho solterón que sigue estancado en los barrizales y vulgaridades de la clase media (me preparaba para el carnaval, no se burlen). Pero me importó poco, porque ella así me conoció; años antes le conté que si alguna vez era rico, no iba a dejar de tomar cerveza ni de comer sabritones. Lo sofocante del encuentro fue cuando le pregunté si aquél inquieto niño era su hijo. Me respondió que sí, tímidamente, pero mirando con orgullo maternal al pequeño.

Los días en que ella me terminó y que yo estaba en los momentos de mayor ardor, sin que me parara la boca de escupir cosas horribles con la ingenua idea de que la harían dudar al punto de que regresaría conmigo, indirectamente le dije algo como que "seguramente acabaría teniendo hijos con un tipo más feo que yo, y promedio; niños que heredarían los razgos antiestéticos del padre y su intelecto normal." Vaticiné, pues, que serían niños feos o no tan bonitos, con una inteligencia repugnantemente común; cosa que no habría ocurrido si hubiera decidido quedarse conmigo. Y aunque no puedo asegurar que esta profetización tan malaleche se le quedó grabada hasta hoy día, la momentánea mirada de angustia que puso cuando alcé la barbilla del niño para ver a detalle su rostro, me hizo pensar que justamente, ella creía que por dentro me regodeaba de que mis predicciones fueron correctas. Tal vez esperaba de mi una abyecta sonrisa burlona, pero que no fuera explícitamente burlona, sino una expresión interna que ambos supiéramos que se trata de una burla tácita, sólo existente en nuestro mundo e imperceptible para el resto, fingiendo yo no efectuarla ni ella percibirla. Mas no fue así.

—Es muy bonito —le dije amablemente, pellizcando suavemente la mejilla del niño—, se parece mucho a ti.

Para mi sorpresa, eso fue uno de los enunciados más honestos que jamás he dicho. Yo que había jurado regodearme con una sonrisa triunfal una vez que la viera subyugada a una vida ordinaria, aburrida y rutinaria, al lado de un tremendo idiota que no es ni un quinto del hombre que soy yo, en vez de estar recorriendo el mundo conmigo y teniendo las más felices y concupiscentes aventuras; no lo pude hacer, al igual que no pude terminar EL MEJOR POST DE SAN VALENTIN.

¿Por qué pasó esto? ¿Por qué no desollé al niño frente a ella como lo habría hecho un verdadero hombre? Si yo la odié con cada gota hirviente de mi sangre. No sólo a ella, también a las otras dos que le siguieron las odié. Pasé noches enteras sin dormir porque imaginaba el momento en que les restregaría su error de manera sutilmente humillante, y tales pensamientos aceleraban mi corazón manteniéndome despierto. No fue madurez ni compasión, fue algo más. Tal vez, muy en el fondo, los recuerdos buenos triunfaron sobre los malos, y ese encono que sentía hacia ellas, no era otra cosa más que una reacción instintiva de competencia, de mostrarme superior a quien quiera que fuera su pareja para que, al final, ella lo notara y se quedara conmigo. ¡Vaya manera de pensar de los hombres... PENDEJAZOS!

¿Qué hemos aprendido hoy, hijos míos, de estas crueles desventuras contadas por el Tío Profeta, sentados vosotros en mi regazo y mirándome con admiración infantil ? Pues bien, yo sí aprendí mi lección: lo que diferencia a las mujeres del resto de los mamíferos hembras, es que las primeras prefieren estabilidad y las segundas prefieron los genes del más fuerte. Mis ex novias conocieron el tamaño de mi pene, sintieron el vigor de mis brazos de roble cuando las cargaba, comprobaron con hechos los resultados arrojados en mi examen certificado de MENSA y supieron de mis records de atletismo en la preparatoria. Aún así prefirieron a un hombre dos o tres, o hasta cinco peldaños más abajo, genéticamente hablando, a esta incomprendida e inestable bomba de tiempo en forma de corazón y sabor chocolate llamada Falso Profeta. Inseguridad mía, inseguridad de ellas, o tal vez sí soy un patanazo, no lo sé y probablemente nunca lo sepa.

Por ello es que anuncio que de ahora en adelante solamente voy a tener sexo con animales y que voy a vender frascos de mi semen en la parte derecha de la página, $250.00 pesos cada uno.


Por mi ya no se preocupen. He aceptado mi rol en esta vida. Yo simplemente nací para producir sensaciones placenteras, no para amar ni ser amado. Mi virtud es a la vez mi condena. Por más que lo intente, no puedo evitar ser EL MEJOR AMANTE EN LA HISTORIA DE TODOS LOS TIEMPOS DE LOS UNIVERSOS. Recuerden bien que sólo puedo usar menos del 5% de mis habilidades de amante, de lo contrario los impulsos eléctricos de placer producidos en el cuerpo de mi pareja se multiplicarían por un millón causándole quemaduras internas de 3er grado, muchos paros cardiacos, o peor aún, podría ella explotar en mil pedazos, o, en caso de que usara más del 7% de mis dotes, evaporarse hacia un nivel de consciencia superior viviendo por siempre en el estado orgásmico-nirvánico en que la dejé; gran tragedia.

¿Cómo entonces alguien igual a mi (EMADU), con semejante potencia sexual, podría arriesgarse a llevar una relación conyugal, freelancera o de amancebamiento con una bella mujer, pudiendo matarla con el más pequeño descuido? ¿Saben qué? No pienso arriesgarme de nuevo, no quiero seguir evaporando mujeres; la muerte pesa demasiado y la sangre es una tinta permanente. Ya no más. Desde ahora no le coquetearé a ninguna mujer ni por blogger ni por facebook, ni por messenger, ni por twitter, ni por ningún lado... ¡lo prometo!










































































20 segundos después...

Ok, no puedo prometer eso. Pero al menos no veré pornografía ¡en más de 6 meses!


























































9.75 segundos después...

¡flap! ¡flap! ¡flap! ¡flap! ¡flap! ¡flap! ¡flap! ¡flap! ¡flap! ¡flap! ¡flap! ¡flap! ¡flap! ¡flap!
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8 de febrero de 2010

Falso Altruista

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Pues total que ayer fui con mi familia a un restaurante de mariscos para saciar mi voraz hambre de casi todos los días. La última vez que estuve en ese lugar agradable, tan predilecto de los traileros [*] y situado en algún punto de la carretera Xalapa-Veracruz, me comí una mojarra gigantesca con arroz y verduras, un coctel de pulpo, tacos de cazón y no recuerdo cuántas cervezas. ¡No mames, bato, qué festín tan delicioso! Recuerdo que incluso estaba lamiendo el plato cuando nadie me veía o bañaba la punta de una tortilla con la salsa de los camarones enchipotlados de mi hermano, o me llevaba más totopos con salsa a la boca como si fuera lo último que comería en meses. Al final, de tan lleno quedé inmóvil, inusitadamente serio y mirando fijamente el platillo sobreviviente que no había podido terminar mi madre... "t-tengo que terminar" - decía yo con el mismo dramatismo que un soldado herido, sin poder ya casi respirar, pues mi estómago desbordaba su espacio e invadía el perteneciente a mis pulmones y demás órganos vitales. Luego, mi sorprendida tía me decía que parara de comer, que me iba a dar una indigestión o algo peor. Obviamente no le hice caso y pude conservar mi honor al tragar hasta la última raja de tomate restante. Después la gente del lugar comenzó a aplaudir mi hazaña, sonaron las campanas de la capilla por romper el nuevo record y yo me desvanecí en el suelo para tener alucinaciones producto de mi falta de oxigenación; pero esa es otra historia.

Aquél día encontré una persona que llamó mucho mi atención, cosa que es muy raro que suceda: una persona obesa. Pelos de erizo, la clásica voz aguda de gordo tetón y pésimo para las actividades físicas; hijo consentido de mami, probablemente hijo único o con ausencia de figura paterna; gafas livianas que se perdían con la inmensidad de sus facciones cachetonas; y esa peculiar desfachatez infantil que suelen tener las personas que durante toda su vida han estado aisladas de la corrupción humana, fácilmente hallada en ciudades grandes e inusualmente ocurrida en pueblitos protegidos naturalmente mediante cerros, ríos y matorrales de los cánceres sociales. Este tipo de personas no buscan escalar posiciones más cómodas y desconocen los medios maliciosos con los que se consiguen; son pues, personas sin manchas.

Se preguntarán por qué alguien como yo fijaba su atención en un gordo. No mal interpreten mi interés por él, fue algo en extremo distinto a todo motivo de homosexualismo que pudiese vincular una mente malintencionada como la de ustedes sólo para molestarme: el tipo es un genio.

My protégé

Lo primero que me causó una impresión fue su manera de tomar las órdenes; memorizaba todo. Habiendo tantos comensales en tantas mesas y haciendo tantos pedidos él nunca anotaba, le valía verga y aún así no se le olvidaban. Ahora bien, una habilidad mental semejante se puede desarrollar siendo mesero, lo digo yo que lo fui durante un buen tiempo; aunque siempre fui una mierda de mesero, todo se me olvidaba y a cada rato la cagaba en algo.

Ayer que regresamos el lugar estaba vacío y allí lo encontré atendiendo el negocio de su familia. Estaba yo decidido a comprobar su supuesto potencial intelectual y así poder jactarme nuevamente de que tengo buen ojo para descubrir personas inteligentes. Lo primero que hice fue ver la carta y preguntarle el precio del platillo que consideré le piden con menor frecuencia; el tipo acertó. Nada extraordinario aún así, cualquiera podría hacerlo. Luego de que nos sirvió los aperitivos se sentó en una mesa cercana y comenzó a reparar un celular destartalado cuyas piezas se esparcían por toda la mesa. Lo hacía con suma abstracción y con una curiosidad similar a la de un niño descubriendo las cualidades de su juguete nuevo, como si le emocionara todo eso. Me levanté, fui al baño y le pregunté que cuál era el problema con el aparato, me dijo que "estaba mal de la entrada eléctrica" y otras cosas de las que no le puse atención. Cuando terminamos de comer pedimos la cuenta y una vez más, hizo todo mentalmente sin equivocarse, además de que le llevó menos de 8 segundos sumar todo. Eso aunado a otras pruebas minuciosas que intenté como colocar objetos que estorbaran al momento de servir los platos, de manera que pudiera ver cómo solucionaba ese problema; pero como los llevó de dos en dos valió verga esa prueba.

Puede ser que yo soy muy impresionable, pero de verdad que rara vez me equivoco (como en el caso de los pedófilos). Para mi aquél tipo -que debe de tener unos 25 o 27 años- es alguien bastante inteligente, y como es normal para las personas así, ambiciona, sin saberlo, conocer más allá de los cerros que le rodean. Me da algo de lástima.

Tampoco debe ser un genio excepcional, pero son ese tipo de prospectos los que necesitan los otros genios que encaminan a la ciencia; colaboradores capaces, trabajadores, imaginativos; materia prima inteligente pero sin autonomía mental que sirve como herramienta de impulso; ladrillos, engranes, resortes, escaleras, sinergia, como quieran llamarle.

Cuando me haga de una enorme fortuna voy a apadrinarle algo, becarlo o no sé; hacer un acto de altruismo con él como pagarle un curso de computación y darle un carro sandwichero (¡no es cierto!).

Parecido en esencia hay otro que conozco desde mi infancia. Tendrá la edad de mi hermano, unos 31. Es pobre y desde niño trabajaba en las afueras de un Chedraui. Empezó empacando bolsas y veinte años después llegó al elevado puesto de... consiguetaxis o bodegero. Para todos lados anda con su diablito transportando mercancía, de arriba hacia abajo, desde la mañana hasta la noche. A diferencia del gordo, él no creo que sea un genio. Tiene la fisonomía craneal de un australopiteco. Es la representación fiel del clásico idiota fracasado de las películas. Aunque admiro la manera en que se ha aferrado a la vida, sin tener padres ni educación, siempre luchando para mejorar.

En esa macroempresa nunca lo van a reconocer, o si lo hacen será hasta que tenga unos 60 años. Personas buenas como estos dos deben ser reconocidas; aunque no sean todas, pues eso es una tarea imposible; pero al menos dos o tres o cien para recordarle a la vida las injusticias de las que se ha olvidado o ayudarle uno mismo a remediarlas, así como yo lo haré. Un día me llevaré a esos dos a un club de striptease a que alguna putona buenísima le enseñe las bondades que desconocían y que cojan por primera vez los dos pendejos vírgenes, jajaja. En fin, próximamente ¡EL MEJOR POST DE SAN VALENTIN!


* Sabiduría de Falso Profeta: Restaurante donde hay traileros es lugar donde se come deliciosamente bien y a muy buen precio.
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3 de febrero de 2010

HOMOSEXUALISMO

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HOMOSEXUALISMO.- El verdadero término fue acuñado por el filandés Dart H. Bolhaz en el siglo XX durante La Gran Depresión, tras haber notado las nuevas formas de pago nacidas de la desesperacion de los deudores y de la agudez visionaria de los acreedores, quienes les facilitaban otros planes de pago. Proviene del griego homo (‘igual’) y del latín sexus (sexo); y cuyo significado es, según la RAE, "el acto humano consistente de un encuentro sexual entre dos varones, cuyo fin primigenio es el de introducir un objeto cilíndrico (generalmente venoso y de carne) en la cavidad rectal o bucal del otro, y viceversa, para satisfacer las necesidades sexuales de uno o ambos, mientras el receptor expresa un gemido acompañado de la frase: ¡Aaay, qué rico, bebé!"

El homosexualismo (o sodomía) ha estado presente a lo largo de la de todas las edades de nuestra especie, en cada sociedad, en cada país y en cada rincón del planeta; desde los efebos griegos hasta los enfermos emo; desde los exuberantes reventones de Nerón, hasta los no tan varoniles viajes de Marco Polo; desde los bochornosamente elásticos bailes de Bagoas en las exóticas satrapías, hasta el contagioso ritmo del Noa-Noa de Juan Gabriel antes de caer de la tarima; desde las pinturas de Giovanni Antonio Bazzi "Il Sodoma", hasta las acuarelas de "Il Monero Kabeza". En fin...

Científicos de todo el universo han tratado de encontrar la causa, explicación, cura o significado del homosexualismo (razón subjetiva que mejor se adapte a las creencias del lector de este artículo); más sin embargo (jaja odio el más sin embargo; es tan naco), aún no se llega a una conclusión conclusitiva conclusitivoria que esclarezca la incógnita.

Erradamente se ha atribuido la causa del homosexualismo a una deficiencia endocrinológica, pero los resultados no han demostrado una relación estrecha entre ambas, ya que no las hay: los hombres y los gays son hormonalmente iguales. En estudios hechos en homosexuales varones a quienes se les suministraron hormonas masculinas, no hubo cambio en sus preferencias sexuales, sólo en su deseo sexual que aumentó considerablemente (gran tragedia homoerótica en aquellos laboratorios). Otro estudio realizado en lesbianas tala-árboles, de esas que tienen más testosterona que Jack Bauer y el clásico corte a lo Richard Tavares, tampoco arrojó nada relevante en cuanto a sus preferencias; en cambio, físicamente ocurrió una leve disminución de senos, aumento de vello facial, crecimiento del clítoris, fealdad, etc.

Otras personas sugieren a los demonios Necromonicón, Micocolembo, Caraculiambro, Mictlantecuthtli, o al más popular en la escuela de los demonios: Satanás, príncipe de las tinieblas y emperador supremo de los nueve infiernos, también inventor del Lamborghini Diablo, como los principales causantes de la homosexualidad en la raza humana. Para esta ideología, las personas que incurren en el acto de homosexualismo son llamados pecadores, y están proscritos del reino de Dios hasta que renuncien a la penetración anal como forma de expresión sentimental.

Freud lo establece como una interrupción en la etapa psicosexual fálica o una inconclusión de la etapa del complejo de Edipo. Tales desequilibrios no permiten al polymorph pervers desarrollar su madurez sexual hasta el final, que es la heterosexualidad. Sin embargo, no clasificó al homosexualismo como una enfermedad mental, ni como un signo de degeneración o inmoralidad; por el contrario, señaló que el perseguir la homosexualidad era una gran injusticia y una crueldad. "Dejad que los putos sean putos, si eso les hace felices" -Sigmund Freud, Agosto de 1922.


Homosexualismo en animales.

Existen más de 1500 especies documentadas con actividades de homosexualismo, entre ellas los humanos, los delfines, los orangutanes, los pingüinos (los más gays del mundo), los búfalos, etc.

Algunos investigadores creen que se trata de un medio para establecer dominación en el grupo: "el que penetra a otro es el dominante"; tiene sentido. Otros más lo perciben como una función social para reforzar los lazos afectivos en el grupo, los cuales beneficiarán a la especie en un contexto evolutivo. Aunque unos más rechazan esta teoría porque se sabe de casos de parejas de pingüinos gays a las cuales se les separa por un tiempo, se les junta con pingüinos hembra para que copulen con ellas y éstos las rechazan con un rotundo "NO" hasta que se les vuelve a juntar con su pareja gay, a la cual se unen de por vida. ¡Jajaajaj... eso es tan... gay!

Pareja real de pingüinos homosexuales. LOL.

En otros casos, se ha llegado a observar y confirmar la penetración anal completa entre bisontes americanos del mismo sexo, así como la monta de una hembra a otra. Los delfines mular suelen celebrar juegos especialmente homoeróticos durante semanas en lo que las hembras se hacen sexualmente receptivas. Asimismo, los elefantes africanos y asiáticos acostumbran realizar rituales homosexuales mediante besos; entrelazar las trompas cariñosamente e introducir la trompa de uno en la boca del otro; incluso se conoce que el 45% de las relaciones de elefantes en cautiverio son entre individuos del mismo sexo. Por su parte, los orangutanes han llegado a desarrollar "métodos" para mejorar la cópula como el flexionar su pene a manera de formar una cavidad donde otro macho lo pueda penetrar (luego no se pregunten por qué ya no hay tantos). La naturaleza siempre se abre caminos, caminos que la llevan a un sendero color arcoíris.

Datos curiosos de homosexualismo en la antigua Roma (no pondré sobre los griegos porque nunca terminaría:
  • El poeta latino Marcial practicaba el homosexualismo con frecuencia, sin embargo consideraba que la homosexualidad pasiva era propia de maricones y se mofaba de tales comportamientos, los cuales reprobaba.
  • El mismo Marcial fue sorprendido en alguna ocasión por su esposa "dentro de un chico", ella lo despreció y él alegó que todos los personajes mitológicos, a pesar de estar casados, tenían un amante masculino, y que la única diferencia entre una mujer y un hombre, es que la primera tiene dos vaginas.
  • En la antigua roma existía algo llamado Lex Scantinia, una ley que regulaba el comportamiento sexual de los ciudadanos en la que se penaba la pederastia, el adulterio y la homosexualidad pasiva, incluso con la muerte. Pero esta sólo aplicaba a ciudadanos libres, los esclavos eran considerados "cosas" y sus dueños podían hacer con ellos lo que desearan. La penetración anal era no sólo practicada para satisfacerse, sino también como un castigo corporal, jajaja.
  • El mariconazo de Nerón tenía múltiples amantes hombres con los cuales practicaba orgías. Fue el primero en contraer matrimonio con otro hombre y se casó tres veces. Cuando adoptaba su rol pasivo imitaba los gemidos de una mujer joven.
  • El emperador Claudio fue el único de los primeros doce emperadores de Roma cuyas preferencias eran enteramente heterosexuales, y debido a esto es que fue criticado por el historiador Suetonio en su obra La vida de los doce césares.


Experiencias homoeróticas de Falso Profeta.

La primer noción consciente que tuve del fenómeno conocido como homosexualismo, fue hace unos 10 años (viví aislado de la sociedad en una burbuja gigante hasta los 17 años). Fue en aquél entonces que salí de mi cúpula protectora, con mi cabellera larga crecida por los años, y se me encomendó una de mis primeras misiones para conocer más sobre los humanos: ir a cortarme la cabellera a una clínica estética. Entré pues, a uno de esos llamados "salones de belleza" y esperé mi turno hasta que llegó. El hombre que atendía era de un aspecto inusualmente pulcro, uñas de perfecta simetría y un cabello rubio oxigenado con proporciones y lineamientos que, ahora que lo sé, podrían considerarse fashion, al igual que su ropa; un hombre, cierto es, muy distinto a los demás varones que había visto en mis clases de guerra, supervivencia o náutica. Me dijo: "¡Aaaay, te haré un corte di-vi-no; quedarás pri-mo-ro-soooo, guapo!". Y comenzó a cortarme el cabello con suma facilidad, apasionamiento y peculiar estilo, como El Hombre Manos de Tijera, sólo que más gay. Minutos después llegó su compañero de trabajo (un hombre igual a él en cuanto a cuidado físico y vestiduras se refiere), y le obsequió un presente extraño, muy brillante, en forma de corazón, que le causó gran alborozo e hizo resplandecer sus ojos. Se quedaron viendo fascinados el uno al otro con una sonrisa pícara. Quien me cortaba el cabello me dijo: "¡A-ahora vengo!", y se metió con él a un clóset enorme donde guardaba sus productos para el cabello. Me quedé pensando en lo que ocurría y segundos después se empezó a escuchar un tajante y hueco PLAFF - PLAFF - PLAFF - PLAFF- acompañado de "aaay, qué rico, bebé"; así que supuse que algo andaba mal y mejor salí corriendo de allí, todavía con los tubos colocados en mi cabello y la manta rosa atada en mi cuello, distintivos y colores clásicos de homosexualismo que yo desconocía en ese entonces. Aún así la misión fue considerada exitosa porque aprendí lo que tenía que aprender y de la manera en que la tenía que comprender.

En cuanto a experiencia en los blogs, se podría decir que tuve mi "primera" cuando era colaborador del blog Recolectivo, donde para elegir un tema, el actual administrador exige con vehemencia a todos los integrantes hombres que se muestren por cámara web usando calzoncillos, un pants dos o tres tallas más apretado de lo normal, o mejor aún para él: shorts de licra, siempre apuntando la cámara a la zona que está más abajo del ombligo. Esto fue algo con lo que no estuve de acuerdo y por ello fue que renuncié a ese blog, pues sólo a los hombres se les exige eso, a las mujeres ni siquiera se les cuestiona para saber su opinión.


Adopción por parte de parejas del mismo sexo.

Gran revuelo causó hace un par de meses la noticia de la promulgación de la ley que establece como legal la adopción de niños por parte de núcleos homosexuales. A mi me pidieron por correo electrónico que hiciera un post al respecto para saber mi postura y así ellos mismos formarse una en base a la mía (esto de poder influir en las ideas de la gente es un juego de poder hermoso y emocionante).

Pues bien, yo siempre he estado a favor de una adopción gay si ésta es estrictamente controlada; es decir, escudriñar la vida y mente de los solicitantes con más rigor que el usado por una policía chicana con las maletas de sus paisanos mexicanos en algún aeropuerto de Arizona (¡perras racistas!). Nada de entregarle el niño a cualquier maricón vestido como Daniela Romo. Sólo a quienes pasen todas las pruebas de normalidad, de equilibrio mental, que sean visualmente aceptables y principalmente: que logren un buen tiempo en la Gran Prueba del Eliminador. De lo contrario estaríamos condenando al infante a un infierno de burlas, incertidumbre sexual, problemas de personalidad, etc. ¡Por Dios, estamos en México! Reflexionen sobre el lugar en el que están y la sociedad que les rodea. Aquí ponemos a barrer a las mujeres, comemos tacos de entrañas animales con mucha picante y tomamos tequila en cantidades industriales. ¡Pónganse pantalones al menos cuando vayan a hacer la solicitud, carajo! ¡Jesucristo!


"Vuelva en el año 2124 una vez que haya cumplido con el siguiente requisito: ¡reencarnar en alguien totalmente diferente a usted!"


Una vez que estos mujeras entran de la mano a las oficinas de adopción suena un timbre anticipador que les ahorra tiempo a todos: ¡EEEEERR, SOLICITUD DENEGADA!

Las pruebas psicométricas consistirían de preguntas capciosas que ayuden a identificar a los posibles agresores o abusadores.

¿Para qué desea adoptar un niño?





No me culpen, lectores chingones labrados a la antigua, de ser extremadamente liberal, gay de clóset o promotor del homosexualismo. Con mis recientes investigaciones sobre organizaciones de pederastia, he recibido la suficiente información como para asegurar que la gran mayoría de culeros que abusan de los niños son los mismos padres; matrimonios heterosexuales que procrean hijos sólo para sacar provecho de ellos en el futuro, ya sea vendiéndolos, prostituyéndolos u obteniendo placer con su cuerpo. Comienzan a abusar de ellos cuando son bebés, creándoles una identidad sexual donde las relaciones sexuales con el padre o la madre no sólo son algo normal, sino también una conducta imitable. Por lo tanto, el abuso infantil no es exclusivo de los jotos, lo es también de la gente "heterosexual" o que aparenta serlo. La respuesta a nuestro problema -creo yo- radica entonces en contratar chicanos para que trabajen como centinelas en las instituciones dedicadas a los huérfanos.


L
ibertad de expresión para hombres chingones y machistas.
Creo que para ser quien soy y para escribir las barbaridades que suelo escribir, me he mostrado increíblemente tolerante respecto a este tema y un tanto respetuoso (noten que sólo he dicho la palabra "puto" una sola vez, ese es mi máximo nivel de tolerancia). Pienso que ustedes los putos deberían de ser igualmente tolerantes conmigo.

Este blog ha perdido muchos lectores intelectualísimos debido a mi porfiada necesidad de reafirmar mi virilidad burlonamente insultando a lectores heterosexuales con mensajes claramente homofóbicos, cosa que les parece retrógrada, inmadura y de ínfimo valor intelectual... ¡Que se vayan a leer a Heidegger! Por qué BERGA he de limitarme: es divertido. Casi todos los hombres del mundo lo hacen, pero cuando lo hace alguna figura pública o que puede influir en la gente, entonces es incorrecto. ¿Por qué? ¿Por qué verga? En China, Israel, Thailandia, Estados Unidos, Alemania, Japón, Zimbawe, Irak, etc, etc, tienen una traducción para la palabra "maricón", y le dan el mismo uso que nosotros los latinos: para burlarse de los gay o insultar a otros hombres. El cambio vendrá, estoy seguro, pero las banderas del homosexualismo tendrán que recorrer unos 900 millones de kilómetros más enarbolando su estandarte de arcoíris abogando por respeto, y por al menos 500 años de espera, para que nuestra sociedad al fin pueda digerir sin trabas la homosexualidad como una forma de vida normal.

La verdad es que los gays y los "intelectuales" mierdosos necesitan de personas nefastas como yo y como varios de los que me leen para mantener el orden público. Necesitan de los brutos, de las bestias, de los Uga-uga; de lo contrario nuestra sociedad se convertiría en algo parecido a San Ángeles en la película El Demoledor con Silvester Stallone; totalmente vulnerable a la violencia y a la rapacidad de delincuentes menores fáciles de derrotar con chacos.

No se preocupen, esto no ocurrirá hasta dentro de unos 500 años porque vendrán más Falsos Profetas después de mi. He estado llenando con mi semen las bancas de los parques públicos para ver si alguno de mis espermatozoides pega. De todos modos pueden vivir hasta 50 años y también en el espacio exterior.

En fin, aquí le corto porque ya me duele la espalda. Dejaré mi conclusión para otra ocasión. ¿Ustedes qué piensan al respecto? Los dejo con la noticia más graciosa, ridícula y varonil que haya leído en mucho tiempo.

¡Se tira de un 3er. piso por escapar de un homosexual!

Jaja, envíenme más cosas así. Gracias a Mente Ociosa por pasarme la noticia.
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