La otra vez estaba yo arriba de un árbol apedreando pájaros con una resortera, justo afuera de la casa de Juan Carlos Tello; cuando repentinamente escuché ¡PLASH!, ¡SQUASH! #$%!#% BAM!, y vi que salió alguien de la casa de Juan Carlos Tello. Eran él y EMQHCM (Enano Maricón Que Habla Como Mujer -y que está tomando hormonas para que le crezcan senos, creo-) a quien había echado bruscamente de su casa diciéndole:
—Es la última vez que vas a buscarme cuando estoy con mis amigos, ¡ya te dije que no te pueden ver conmigo!
A lo que EMQCM respondió llorando estentóreamente y simulando ese tono como de mujer:
—¡Aaaaay! ¿Por Ké me tratas tan mal? ¡CIempre me golpeas y me umillasss!
Y Juan Carlos Tello respondió aún más enojado:
—Entiende que me dan asco los gays como tú.... ¡los PUTOS maricones homosexuales!
Pero después se tranquilizó, se acercó suavemente a EMQCM, posó su mano en su hombro y le pidió disculpas. Yo seguía atento espiando desde las ramas del árbol; ya había yo guardado mi resortera. Mientras tanto, EMQCM gimoteaba, aún llorando silenciosamente, y le dijo a Juan Carlos Tello:
—¡Ke mas devo de aser para ke me aceptes! ¡Ya te dije ke me canviaría de sexo para por fin ser una mujer, pero no kieres!
Y Juan Carlos Tello, ya más tranquilo, respondió:
—No. Entiende que no quiero que hagas eso; aún no quiero perder tu pequeña verga. Aparte recuerda que parte de ese dinero me lo tienes que dar a mí semanalmente, si no olvídate de que tú y yo SÍGAMOS juntos.
En eso, vi que una persona de aspecto mulato se acercó a ellos cargando un pavoreal en el brazo y les dijo...
Continuará...
No es fácil despedirse de un lugar
Hace 11 horas
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