¡Ay, ay, me picó, me picó! Bien puto…

¿Les es familiar este torero?

Pues quizás no lo sea, porque seguramente solo lo han vistocon un cuerno atravesando su cara llena de sangre.

Me caen muy mal los toreros. Creo que la tauromaquia es la peor y más decadente costumbre que existe hoy día. Y obviamente no se trata de un arte (mis argumentos los digo aquí). Pero aún así no me gusta ver a la gente con sus ojos guindando del nervio óptico, por muy hijueputas que sean; ni mucho menos me burlaría de su dolor, ni haría un video…

¡Nnnnnnnnada qué! ¡Solo bromeaba! Aquí tienen:

Si no lo entienden al audio, pertenece a un famoso video de un delincuente mexicano apodado “El Ferras”. Si conocen al Ferras, puedo jurar por la túnica del Dalai Lama que lo repetirán mínimo 9 veces.

Pero ya en serio, considero de mal gusto burlarme de algo así. Pero también considero que me sirve para probar mi punto.

Supongo que está bien que la gente se divierta mirando a un animal siendo masacrado poco a poco por un ser humano; pero que está mal divertirse cuando es el ser humano quien está sufriendo a causa del animal, ¿no? ¿Comprenden ahora la perspectiva de los que no somos aficionados a los toros? Sé que tienen un poquito de problemas a la hora de usar el cerebro, pero… ¿capiche?, ¿understand?, ¿vous ne comprenez pas?

He ahí la gran puta hipocresía de todos ellos. ¿Con qué argumentos responderían ese cuestionamiento? ¡Oh! Lo olvidaba. Nosotros también somos tremendos hipócritas por comer carne. Jaja, la típica defensa pro-tauromaquia.

De hecho, el mismo video es otro argumento más por el que las corridas de toros deben de ser prohibidas. ¿Hasta cuando van a entender estos cabrones? Aquél idiota perderá el ojo, quedará deforme y jamás podrá comerse unas criadillas con normalidad nuevamente, solo por satisfacer el gusto de aquellos estúpidos. ¡Vaya gloria!

Ojalá que en México los políticos tuvieran los suficientes huevos como los de España para prohibirlas. Pero la veo difícil. Ningún político de peso se atreve a poner la propuesta en la mesa. Al menos no mientras el hombre más rico del mundo y muchas familias mexicanas poderosas sigan siendo aficionadas a esa cagada de “arte”. Aunque al menos ellos tienen la convicción del idilio que la tauromaquia les produce; están allí por tradición y gusto.  No son como los llamados villamelones que solo están allí de arribistas, y ni les gustan las corridas; solo quieren codearse con las clases altas. Ya saben, los típicos y típicas idiotas de la televisión que van allí para que les tomen fotos para alguna revista. Vaya porquería de personas. Honestamente preferiría verlos a ellos allí en lugar del torero. Sería el primero en la fila, y en lugar de flores les lanzaría mierda de toro.

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