Feliz día internacional de la mujer

Mensaje secreto para hombres chingones y machistas:

Si estás leyendo esto es porque eres chingón o subrayaste la página por completo accidentalmente, o te diste cuenta en la sección de comentarios, o estás leyendo esto sobre una plantilla con color blanco. De cualquier manera lee esto y hagas lo que hagas no vayas de maricón a avisarle a los demás que hay un post secreto, deja que les cueste encontrarlo.

Las mujeres están hechas para labores domésticas y los hombres estamos hechos para labores físicas más complejas; esa es la naturaleza y nada puede ser contranátura sin ajusticiarse con la verdad. Trata de no hacer tareas que son obligaciones de las mujeres a menos que sea absolutamente necesario; ya que si alguno de tus amigos te ve haciendo actividades de mujer, tiene todo el derecho de burlarse de ti hasta el cansancio y de tildarte como puto. También trata de no usar bufanda, no seas tan pinche maricón cabrón ¡QUÉ PUUUUUTOOOO EREEEEES!

Sé machista siempre, verás que es divertido y a las mujeres les encanta eso, aunque lo único que puedo creer que sí está mal es golpearlas… de todos modos hice un dibujo de un puño golpeando a una mujer sólo que no lo puse porque se enojan las viejas, véanlo: http://img442.imageshack.us/img442/1880/dikamujeriy2.jpg

Shakespeare, uno de los más grandes genios literarios de la historia, con todo y sus sublimaciones poéticas sentimentales que le han leído, era un machista de primera calidad. Se dice que agarraba la peda cinco días seguidos y se quedaba dormido en los parques, y que se enojaba muchísimo cuando su mujer no tenía la comida lista –como debe de ser. Si no me creen que era machista lean éste fragmento de “La fierecilla domada”, cuando la perra de Catalina al fin es domesticada por su marido Petruchio y se dirige a las feministas de ésa época que están en la sala de la siguiente manera:

“Tu marido es tu señor, tu vida, tu guardián, tu jefe tu soberano. El que cuida de ti y quien, porque nada te falte, somete su cuerpo a pe­nosos trabajos en tierra o mar; vigilando de noche mientras sopla la tempestad; de día, bajo el frío; mientras que tú, en el hogar, duermes a su calor tranquila y segura. Por todo ello, cuanto te pide co­mo tributo de amor es una cara alegre y sincera obediencia. Lo que es pagar levemente deuda tan grande. El homenaje que el súbdito debe a su prín­cipe es la sumisión que la mujer debe a su marido. Y cuando es indócil, malhumorada, terca, áspera; cuando no obedece cuanto de honrado la manda, ¿qué es sino una mujer mala y rebelde, culpable de indigna traición hacia su abnegado señor? Vergüen­za me da pensar que haya mujeres tan necias como para declarar la guerra a aquellos a los que deberían pedir la paz de rodillas. Vergüenza de que reclamen el gobierno, el poder, la supremacía, cuando su de­ber es servir, amar y obedecer. ¿Por qué, si no, te­nemos el cuerpo delicado, frágil, tierno, impropio para la fatiga y trabajos de este mundo, si no es para que nuestro corazón y nuestras amables cualidades estén en armonía con nuestra naturaleza material? ¡Ea, ea, gusanillos de tierra insolentes y débiles! Yo he tenido también, como vosotras, el carácter alta-nero, el corazón orgulloso, el ánimo áspero y presto a devolver regaño por regaño, amenaza por amena­za. No obstante, bien veo ahora que nuestras lanzas son cañas y nuestras fuerzas briznas de paja. Y que no hay debilidad semejante a la de buscar antes que nada lo que menos nos conviene. Abatid, pues, vuestra altanería, que para nada sirve, y poned vuestras manos, en signo de obediencia, a los pies de vuestros maridos.”

Shakespeare fue uno de los más grandes machistas en la historia del universo. Seguro está en el cielo viendo en la tv un partido de futbol junto con Barbanegra, Gengis-kan y Aquiles cómodamente en el sofá, y sus respectivas mujeres están en la cocina preparando la botana.


Por cierto, si eres mujer y leíste esto pues… jejeje… ¡felicidades! Que te la pases bien, jejeje… cof-coff-