Colección de chistes sobre tapatíos

¡Pff! Hoy que fui a correr al parque “los lagos” en la empresa de volver a ponerme mamadísimo, vi una enorme cantidad de putos… ¡Nonononomames! Mínimo vi unos siete putos. Inclusive vi a dos hombres ¡tomados de la mano!

¡No lo podía yo creer! Hasta empecé a respirar agitadamente observándolos con la cara de asombro más exagerada posible y negándolo todo con mi cabeza, pues mi mente no lograba dilucidar lo que mis ojos habían percibido, era un concepto más allá de mi entendimiento. Hasta mi novia me dijo que no fuera yo tan exagerado, pero es que no mames, ¡son dos hombres tomados de la mano! ¿Con que me saldrán la próxima vez que regrese? ¿Sexo de locomotora entre puro hombre? ¿un musical travesti sobre Eva Perón? ¿”Lluvia de hombres” de Gloria Gaynor? ¿Helados de semen?

En otra ocasión regresaba yo a mi casa vistiendo mi uniforme de futból americano y uno de los tantos homosexuales que se reúnen en el parque Juárez para ligar, me gritó: “¡AAAAAYYY TACLÉAMEEEEEEEEEE!”, y todos sus amigos empujamierdófilos se empezaron a reir de lo que me dijo, y yo me fui humillado y al llegar a mi casa me senté completamente desnudo en el rincón de la bañera con los brazos cruzados abrazando mis rodillas en posición fetal, meciéndome compulsivamente y murmurando mi zozobra.

Con la pena, tengo que aceptar que Xalapa, mi ciudad, se ha llenado de putos. Y yo no tengo nada en contra de USTEDES LOS HOMOSEXUALES. Pero no me gustaría que los xalapeños tuviéramos la misma reputación que los habitantes de Guadalajara, que ostentan orgullosamente la “fama” de ser los más putos de México -y tal vez, del mundo entero; que es lo más seguro.

La vez que fui a Guadalajara, aparte de las viejas buenísimas que hay, todo es muy diferente a cualquier otra ciudad de México. No me refiero a la arquitectura, ni a su geografía, ni a su economía, si no a su cultura; por ejemplo:

En el frontón del registro civil de Guadalajara, en lugar de aparecer un símbolo normal de un hombre y una mujer de la mano en lo que al parecer es el día de su boda, aparecen dos hombres haciendo contacto con sus lenguas y en la cornisa de la fachada sobresale la figura de un arcoíris.

Todos los asientos del transporte público de Guadalajara tienen un pene de plástico en medio para la comodidad del pasajero (afortunadamente nosotros llevábamos nuestro propio medio de transporte.)

En los baños públicos para hombres de Guadalajara en lugar de una máquina para comprar condones hay una máquina para comprar paquetes de lubricante anal.

En Guadalajara las mujeres piropean a los hombres y los hombres piropean… pues también a los hombres.

La connotación del platillo de desayuno “huevos continentales”, varía mucho entre Guadalajara y el resto de la república; tengan mucho cuidado de que no les vayan a servir el próximo fenómeno con elefantiasis testicular.

(ojalá estén comiendo al ver esto)

En Guadalajara hay una ley que prohíbe orinar en algún otro lugar que no sea un baño; cada vez que uno se saca el pene para orinar en la calle o en un lugar desolado, es posible que siete o más tapatíos broten de la nada y se hinquen frente a ti pegados a tu escroto listos para chupártelo. Aunque lo más interesante es que la ley no prohíbe que los tapatíos le hagan la felación al sujeto que quiere orinar, si no que el sujeto que va a orinar no avise con anticipación a los tapatíos para que puedan llegar a tiempo a succionarle el rabo.

Una de las obras artísticas más imponentes de Guadalajara es una llamada “El Lego Humano”, en la cual, unos cincuenta tapatíos desnudos se enciman unos sobre otros formando una torre humana de hombres peludos hacinados, y quedan de alguna manera “insertados” como en un juego de lego.

Por cierto, hace una semana leí en el periódico una historia muy interesante sobre Guadalajara.

“Notimex, DF. Según los datos recopilados en el último trimestre del 2007 por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), la ciudad con mayor densidad y población total de homosexuales es Guadalajara, Jalisco, con el 99% de sus habitantes varones abiertamente aceptados así mismos como gays . Las ciudades que le siguieron fueron Distrito Federal, Puebla, Monterrey, Acapulco y Veracrúz, en ese preciso orden; continúa página 3E”

¿Más pruebas?

A ver, tú, pinche maricón… ¿De dónde eres?

(chiste sacado de éste blog)

En fin, es archisabido por todos los mexicanos, y ahora por los extranjeros que me leen, que la ciudad con más putos es Guadalajara (aún más que Puebla), así es que, más que burlarnos de los guadalajarenses, hay que tener un poquito de criterio e ingenio, y mejor hay que hacer chistes sobre ellos.

Los invito a todos, hijos míos, a que ejerciten su creatividad y se inventen una buena chanza sobre tapatíos acentuando su homosexualidad para la jocosidad, goce y alborozo de todos los que leemos los comentarios. Los mejores los iré escribiendo en éste mismo post, yo también colaboraré con más a medida que se me vayan ocurriendo.

Por favor, guárdense sus patéticos análisis freudianos. Mi lenguaje soez y mi homofobia desmesurada es producto de mi más extremo ocio y sentido del humor machista generado viendo películas de Alfonso Sayas y César Bono. Váyanse a Guadalajara a tomar por el culo mejor.

Ahora sí… ¡Empiecen!