Bufandas

Ya estoy hasta el culo de toda la gente que dice: “Ay, ay, tengo frio” (con voz de puto).

Pinches maricones todos, de veras. De verdad que ya somos pocos los hombres que nos aguantamos las inclemencias del tiempo como verdaderos hombres.

Recuerdo que cuando tenía tres años y vivía en Estados Unidos, estaba yo levantando pesas en la nieve y a lo lejos mi mamá me empezó a llamar: “¡Mi cielo, mi vida, corazón! Ven a abrigarte que te va a hacer daño mi rey. Ponte ésta bufanda”.

Dadas las dulces órdenes, obedecí y me la puse. Después salí de nuevo a la nieve a cortar troncos con mi hacha y me puse a cantar. Unos minutos después llegó mi papá del trabajo y me llamó por mi nombre: “¡Erasmo!” Yo volteé a verlo con una sonrisa y él también. Luego se quedó observándome con asombro y boquiabierto, como si no creyera lo que veía. Soltó su maletín de padre y súbitamente sus ojos se llenaron de una furia roja. Empezó a temblar y a respirar agitadamente, brotaron unas lágrimas de sus ojos y se dirigió hacia mí con pasos apresurados.

—¿Pero qué rayos es eso que tienes en el cuello? —dijo mi padre— ¡Cómo puedes hacerme esto! ¡Dios mío… quítateloooo!

—¡Pero papi, dice mi mamá que me va a hacer daño el frío! — respondí.

En ese momento su furia creció aún más y explotó endemoniado en una serie de supeditadas contra mi frágil infantilidad. Me tomó del cuello con las dos manos y empezó a estrujarme fuertemente y a sacudirme violentamente…

—¡TU ERES HOMBRE!— gritaba como loco mientras me sacudía y yo miraba asustado su rostro y el cielo, según me agitaba— ¡LOS HOMBRES NO USAN BUFANDA! ¡LAS BUFANDAS SON PARA PUTOS! ¡TU ERES HOMBRE, NO PUTO….¡ ¡HOMBREEEE!… ¡HOOOOOOOOOMBREEEEEEEEEEEE!

— Pero Eustaquio, ¡tú vas a traumar al niño! — mi mamá intervino.

— ¡Quítate! —la abofeteó y la tiró a la nieve— ¿Cómo puedes hacerle esto a nuestro hijo? ¿Qué no sabes que sólo los putos usan bufanda? ¿Acaso quieres que Erasmo sea PUUTO de grande? ¿Por qué me haces esto? ¿POR QUÉ, DIOS MIO? ¿POR QUÉE?

Y comenzó a llorar hincado en la nieve, dejando la huella de sus puños. Después tomó una pausa, se tranquilizó un poco, y al hablar lo siguiente sus lágrimas escurrieron hasta su barbilla.

—Entiendan que hago esto y los golpeo porque los amo, ¡los amo!

En ese momento todo comenzó a tener sentido. Por fin me había dado cuenta de lo que mi papá realmente quería para mí y el por qué hacia esas cosas. El sólo quería que yo fuera HOMBRE, no un PUTO que use bufandas.

— Está bien papá —dije con brillo en los ojos— Te prometo que desde éste momento, jamás volveré a usar una bufanda y seré el hombre más hombre que jamás haya existido.

Y así fue hijos míos. Esas maravillosas enseñanzas se quedaron grabadas por siempre en mi memoria y me han acompañado a lo largo de toda mi vida, tratando de llevarlas como una biblia.

* * *

En fin. Como varios ya saben, desde hace varios meses pertenezco al “Club de los Chingones” (donde el único requisito para entrar es ser chingón y ser bien hombre). Pues bien, ésta organización me pidió que publicara nuestro último boletín de temporada donde especificamos los límites de ropa que se puede tener de acuerdo al frío para no ser considerado como puto.

Bufanda y ropa casual = PUTO
Bufanda y traje elegante = PUTO
Bufanda y traje deportivo = PUTO
Bufanda y uniforme militar = PUTO
Bufanda y disfráz de barney = PUTO
Bufanda y cualquier tipo de ropa= PUTO
Bufanda y desnudo = Ewwgg… PUTO
Bufanda en un hombre= PUTO

Acá pongo algunos personajes famosos que usan bufanda…

if you know what i mean ;)

Pepillo Origel

“Fabiruchis”

Juan Gabriel

Una imagen vale más que mil palabras, aunque tal vez crean que solo estoy inventando cosas, pero no es así. De hecho, un estudio en Harvard realizado por el Dr. Jacobson, demostró que el 99% de los pacientes que usaban bufanda son, fueron, o serán putos, o han tenido deseos homosexuales en algún momento de su vida. Desafortunadamente no hay mucha información sobre ese estudio porque el Dr. Jacobson perdió su trabajo porque el rector de Harvard usa bufandas y se emputó. (el otro 1% era un perro callejero con frío)

También cito lo que dijo Jesús en la Biblia antes de matar a Jacob:

“Hijos mios… No uséis bufanda o seréis juzgado como puto”

En fin, ya todo está dicho. Estoy seguro que el que lea ésto a guisa de broma se reirá tal vez, pero quizá también; antes de colmarse el cuello con suave algodón putesco se pregunte: “jaja ¿en verdad será cierto lo que dice el Falso Profeta? ¿El usar bufanda me hará gay? ¿En verdad seré un maricón a quien le gusta sentir algo largo, suave y peludo en mi cuello? ¿Combinará ésta bufanda con mi vestido rosa y mis zapatillas channel?” No se pierda el próximo capítulo de “El puto que no sabía que era puto y que usaba bufanda”.