Me pasé de chingón, no se qué chingados hice que borré todo mi blog, pensé que todo se había terminado para mí, es más, intenté suicidarme lanzándome desde un puente de treinta metros de altura pero en ese preciso momento pasó un camión lleno de colchones sealy que me salvó la vida. Ahora reflexiono y le encuentro un nuevo sentido a las cosas.
Gracias colchones Sealy.
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